La Fábrica de San Pedro, en el punto de mira por presuntas irregularidades económicas

La Santa Sede informó de que este martes se produjo una incautación de documentos y material informático en las oficinas de la Fábrica de San Pedro por orden de la magistratura vaticana. La operación, consecuencia de un informe elaborado por el auditor general, instó al Papa a nombrar un comisario extraordinario para esta institución bajo sospecha. El elegido es el arzobispo Mario Giordana, exnuncio apostólico en Eslovaquia, al que Francisco encomienda «la actualización de los estatutos» de la Fábrica de San Pedro, además de «arrojar luz» sobre su gestión y «reorganizar la oficina administrativa y técnica» de esta institución.

En el origen del escándalo estaría una serie de facturas sospechosas relacionadas con la rehabilitación de la cúpula de la basílica. Los costes en algunos casos se habrían duplicado y se habrían encontrado además prestaciones no previstas en el contrato, según Adnkronos. Esta agencia italiana informó de que tanto el auditor general como la Secretaría de Estado habían exigido a la Fábrica de San Pedro ya desde el año pasado que aclarara algunas operaciones. Tras repetidas peticiones, el auditor general tuvo acceso a las cuentas y descubrió las supuestas irregularidades en la adjudicación de las contratas.

El nombramiento de Giordana como comisario extraordinario de la entidad bajo sospecha lo coloca jerárquicamente por encima del cardenal Angelo Comastri, presidente de la Fábrica de San Pedro por su cargo como arcipreste de la basílica vaticana y vicario general del Papa para la Ciudad del Vaticano. Esta nueva investigación se une a la que ya desarrolla la magistratura del Estado pontificio para aclarar la compra de un edificio de 17.000 metros cuadrados en el exclusivo barrio londinense de Chelsea, una inversión que el propio secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, consideró «opaca».