Imagen del cristianodemócrata (CDU) Mark Hauptmann. AFP

Dimite un tercer diputado conservador alemán por sospechas de corrupción

CDU y CSU temen las consecuencias del llamado «escándalo de las mascarillas» en este año electoral

juan carlos barrena

Corresponsal. Berlín

Jueves, 11 de marzo 2021, 18:37

Los partidos de la Unión han perdido este jueves a su tercer diputado en el Bundestag en una semana por sospechas de corrupción o enriquecimiento amoral, tras la renuncia del cristianodemócrata (CDU) Mark Hauptmann, sospechoso de cobrar comisiones por realizar labores de promoción para Azerbaiyán ... y otros países extranjeros con regímenes autoritarios. El presidente de la CDU en el estado federado de Turingia, Christian Hirte, confirmó la dimisión de Hauptmann a presiones del partido, mientras el propio interesado aseguró que las acusaciones en su contra carecen de fundamento. «Nunca he recibido dinero ni hubo influencia alguna en mi actuación política», afirmó el político de 36 años, quien subrayó que irteHsus esfuerzos promocionales a favor de Azerbaiyán, cuyo gobierno es considerado autoritario y corrupto por las autoridades de Berlín, se enmarcan en su interés por la «política económica internacional».

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El ya exparlamentario germano se ha negado, sin embargo, a hacer público sus ingresos suplementarios. Varios medios revelan que Ralph Brinkhaus, presidente del grupo parlamentario de la Unión que agrupa a los parlamentarios cristianodemócratas (CDU) y socialcristianos bávaros (CSU), había tenido varias conversaciones en privado con su correligionario sospechoso de corrupción para que abandonara voluntariamente su escaño. Los partidos conservadores de la Unión se encuentran bajo presión desde el pasado fin de semana después de que estallara el llamado «escándalo de las mascarillas», que condujo el lunes a la dimisión de los diputados Georg Nüsslein (CSU) y Nikolas Löbel (CDU) por el cobro de comisiones en gestiones para la compra de mascarillas por parte de instituciones públicas la pasada primavera en plena pandemia del coronavirus. Mientras Löbel confesó ante la prensa haberse embolsado 250.000 euros, Nüsslein calla, aunque es investigado ya por una fiscalía.

Hauptmann se distanció de «la posible actuación irregular de otros colegas» y aseguró en declaraciones a 'Die Welt' que, aunque ayudó como otros diputados en las gestiones urgentes para conseguir material médico cuando este escaseaba, «nunca cobré una comisión». A la hora de explicar su decisión de dimitir argumentó que solo pretende «proteger» a su familia. Sin embargo, sus conexiones con regímenes sospechosos son conocidas. En el rotativo «Südthüringen Kurier», del que Hauptmann es editor, se publican con frecuencia grandes y costosos anuncios y reportajes publicitarios de Azerbaiyán, pero también de otros países como Vietnam o Taiwan. El ya exdiputado era considerado hasta ahora una de las jóvenes promesas de la cristianodemocracia alemana, que accedió por primera vez al Bundestag en 2013 con solo 29 años. Hasta ahora contaba además con el respaldo del ministro federal de Sanidad, Jens Spahn, y el secretario general de la CD, Paul Ziemiak.

Este último ha reconocido que el «escándalo de las mascarillas» es un desastre para los conservadores en pleno año electoral. «Estos hechos han sacudido nuestro partido y nuestros afiliados tienen todo el derecho del mundo a estar irritados», dijo Ziemiak en declaraciones al rotativo Rheinischen Post. Para tratar de limitar los daños y evitar nuevas sorpresas desagradables, la dirección de los partidos de la Unión ha exigido a todos los parlamentarios que declaren ante sus partidos si se han beneficiado económicamente con algún negocio relacionado con la pandemia de coronavirus. El plazo vence este viernes por la noche. «Estos casos aislados nos afectan a todos, nos enfurecen y avergüenzan», subrayó el secretario general de la CDU, quien admitió que el escándalo daña seriamente la imagen del partido gubernamental.

Prueba de ello es una encuesta relámpago realizada por el instituto demoscópico Civey en la que un 60% de los consultados comenta haber visto negativamente influenciada su confianza en los partidos de la Unión y un 75% considera que los conservadores se verán perjudicados inevitablemente por el escándalo en las elecciones generales que se celebran en Alemania a finales del próximo mes de septiembre.

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