«Temo que Reino Unido acabe como Argentina, en perpetuo declive»
Simon Kuper | Escritor y periodista ·
Narra en 'Amigocracia' cómo una casta de 'tories' gestó con estrategias aprendidas en Oxford la salida del Reino Unido de la UESecciones
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Simon Kuper | Escritor y periodista ·
Narra en 'Amigocracia' cómo una casta de 'tories' gestó con estrategias aprendidas en Oxford la salida del Reino Unido de la UESimon Kuper se hizo famoso con sólo 25 años por ser el autor de 'Fútbol contra el enemigo', un libro de viajes en el que a través de entrevistas y de la narración de historias de clubes o célebres partidos se conforma una antropología del ... juego más popular del mundo. Nacido en Uganda de padres sudafricanos, ha vivido en numerosos países, y después de residir durante dos décadas en París en 2022 adoptó la nacionalidad francesa.
Sus años formativos los pasó en los Países Bajos y en Inglaterra. En la Universidad de Oxford, a la que llegó en 1988, estudió Historia y Alemán, y también aprendió «a ganarse la vida a base de escribir y hablar desde la ignorancia». Durante este tiempo Kuper ha publicado otros libros y en la actualidad ejerce como columnista semanal sobre temas variados en el diario Financial Times. La editorial Capitán Swift acaba de publicar ahora en castellano su 'Oxocracia' ('Amigocracia'), donde cuenta cómo una casta de 'tories' montó el Brexit con los trucos aprendidos en el prestigioso centro.
El autor describe la vida universitaria en los tiempos de Boris Johnson, David Cameron, Dominic Cummings, Michael Gove... La época de los hombres que propiciaron la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Y, según sostiene Kuper, una característica de esa élite sería el desdén por la «gente gris», por los estudiantes esforzados de ciencias que no tenían ni su brillo ni su clase. Tras su paso por Oxford y antes de entrar de lleno en la política, fueron publicistas, relaciones públicas, periodistas y escritores de «provocadores ensayos cortos».
- En su libro critica el papel que desempeñan las élites de Oxford y Cambridge en la sociedad británica. Una visión que contrasta con la del historiador Michael Howard, que la considera afortunada por tener una élite que se adapta a los cambios.
- Creo que esa visión es cierta en la perspectiva histórica. Porque si se compara con Francia, donde el rey y la aristocracia no van a conceder nada, porque son ellos quienes gobiernan el país, tienes una auténtica revolución; mientras que en el Reino Unido es la aristocracia la que dice 'ok, vamos a dejar que gradualmente la gente vote'. Gestiona el proceso. Y si se compara con España,... No toda la vieja élite es fascista, pero siente que no tiene elección y apoya a Franco. Y tienes un país polarizado y violento. En 'Britain' hubo una tentación fascista, pero la aristocracia en general prefirió la democracia liberal entre los años 1930 y 1940. Sí, históricamente la élite de las escuelas privadas no ha sido terrible para el país. Pero en los últimos 30 años ha resultado más negativa. El internado y la universidad inculcaban valores y maneras aristocráticas.
- Afirma en su 'Oxocracia' que no hay un país que se sienta más orgulloso de su historia que Reino Unido. Y que el vehículo para ello es el Partido Conservador.
- Sí, lo es. También impidiendo las críticas a esa historia y luchando para abortar cualquier ataque. En los últimos años se escuchan en el Reino Unido voces más críticas al pasado imperial, y están alcanzando popularidad. Hay un foco que está puesto sobre los propietarios de esclavos y se habla más de los crímenes coloniales. Pero es algo muy reciente. Y, por supuesto, el Partido Conservador lo resiste y no quiere oír nada de todo eso. Pero, en general, especialmente por su gloriosa Segunda Guerra Mundial, hay una enorme diferencia con la mayor parte de Europa, donde se produjeron situaciones de colaboracionismo y fascismo. Los británicos no tienen esos traumas y los crímenes del Imperio ocurrieron muy lejos. O sea, que no hay grandes preocupaciones en la conversación británica.
- ¿Qué rol desempeña la familia real?
- Creo que una familia real que la mayoría de la población acepta suma a ese sentimiento de continuidad, de que 'Britain' nunca cambia y es un país estable. Pero la familia real ha sido muy cuidadosa de no hablar de política. Carlos es un poco diferente, pero la realeza se ha convertido en un factor apolítico del sistema. No obstante, están en la cima de la clase alta a la que pertenece Cameron, familiar lejano del rey. Johnson está un poco más abajo, pero su mejor amigo en la Universidad era Lord Spencer, el hermano de la princesa Diana. La clase alta está entrelazada con la familia real y obtiene estatus de ello. Pero la familia real no es un factor político.
- La ficha del embajador español Fraga Iribarne en la Foreign Office decía: 'Habla inglés con entusiasmo'. Para el profano puede parecer un elogio, pero en el código de la élite es un comentario irónico. En su libro destaca usted la importancia de la retórica.
- Sí, porque así la élite impresiona al resto de la población, que no ha tenido una educación tan buena de retórica; con sus acentos, su fluidez y su ironía. Esas son las credenciales para llegar al poder en el Reino Unido. Que hables bien sugiere que eres una buena persona para gobernar el país. Johnson hablaba muy bien a su manera, con trucos retóricos y ese tipo de representación cómica que en el Reino Unido está sobrevalorada.
- Parece evidente que simpatiza con Cummings, el asistente de Johnson, por su crítica a una falta de seriedad en el sistema de gobernación.
- Estoy de acuerdo con Cummings en que la absoluta ausencia de entendimiento sobre matemáticas, estadística o inteligencia artificial por parte de esa clase supone un gran problema. Estoy de acuerdo en que esa gente no es seria. Pero no creo en su idea de que revientas el sistema, porque las reglas de la administración son ridículas, y gobiernas como si fuese una aventura empresarial en Silicon Valley. Es muy arriesgado. No soy un revolucionario, como lo es Cummings.
- El Partido Conservador ha cambiado desde la era de Margaret Thatcher. Entonces formaban parte del Gobierno más miembros de esa élite.
- Creo que un 60% del Gabinete de Sunak pasó por colegios privados. Es cierto que había más en tiempos de Thatcher, pero la gente en la cima sigue siendo de colegio privado y de Oxford. A gente de clase obrera, como Lee Anderson, no se le dan posiciones de poder.
- Sin embargo, Suella Braverman o Priti Patel han sido ministras...
- Creo que Braverman fue a un colegio privado, y desde luego estudió en la Universiad de Cambridge. Pero es cierto que hay ahora un grupo de inmigrantes de Asia y en menor número negros que han llegado a la cima del Partido Conservador, y eso no existía en la época de Thatcher, aunque en su tiempo ya había descendientes de inmigrantes judíos.
- Si se le compara con otros partidos europeos parece ejemplar.
- Es verdad. El Partido Conservador atrae a inmigrantes ambiciosos porque les trata de convencer de que pueden ser lo que se propongan. No importan la clase o las estructuras sociales. Ignoradlas. Parece que cualquiera puede llegar a la cumbre. Es algo así como el sueño americano, y eso atrae a inmigrantes.
- Y resulta que a esa élite de Óxford y Cambridge les inyecta el Brexit dos activistas, Patrick Robertson y Daniel Hannan, que han crecido fuera del país y defienden ese nacionalismo ferviente de ultramar.
- Para mí la clase alta británica supone el 1% de la gente que fue a un internado privado y luego, a menudo, a Oxford. Es la clase alta tradicional y alguna de esa gente es de fuera del Reino Unido, pero tiene una identidad británica fuerte. Hay una enorme diáspora de gente británica por todo el mundo.
- Robertson y Hannan son 'tatcheristas', neoliberales, y sin embargo convencen a la clase obrera para votar por el Brexit.
- Tenían que ganarse a la clase obrera y y no la entendían realmente, porque a la clase obrera no le interesaba mucho ni Bruselas ni el Parlamento. Nigel Farage es muy importante para ganarse a la clase obrera. Y Cummings les dice que, si dejamos la UE, habrá más dinero para la sanidad pública y podremos parar la inmigración. Ninguna de las dos eran verdades, pero fueron los argumentos que permitieron ganar a la clase obrera, además del patriotismo tradicional. Ese sentido de que somos un gran país y no deberíamos estar en 'esa cosa europea'.
- Compara esa élite con el círculo del espionaje de Cambridge, porque cuando esa 'Oxocracia' se divide respecto a permanencia en la UE o apostar por el Brexit no combaten con dureza.
- No es más que una discusión entre amigos. Y ese fue también el problema con el círculo de espionaje de Cambridge. Eran conocidos por mucha gente en la Foreign Office. La famosa frase sobre Kim Philpy dice: 'Es uno de los nuestros'. Y Johnson era uno de los nuestros, y cuando alguien es uno de los nuestros no somos duros ni agresivos. Confías más en ellos. Y creo que el hecho de que Johnson llevase al Reino Unido en una dirección radicalmente diferente es una sorpresa para esa clase, porque, si eres uno de los nuestros, no haces esas cosas. la generación de Johnson sentía la vergüenza de haber nacido a destiempo.
- ¿Cómo ve el futuro del Reino Unido?
- Mi preocupación es que se convierta en una Italia o una Argentina, un país en perpetuo declive, sin aparente solución. Bueno, creo que Argentina es un ejemplo muy dramático. No creo que llegue a eso. Pero si sigues atraído por el nacionalismo y las políticas nostálgicas, porque el presente es peor que el pasado… Los británicos tienen salarios más bajos que en 2008. El retorno a la UE es muy difícil, no ocurrirá pronto, y los servicios públicos están en decadencia por falta de inversión. No soy optimista.
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