Putin asegura que invadir Ucrania fue una decisión «forzada, oportuna y correcta»

«Todo indicaba que sería inevitable el choque con los neonazis (…) por los que apostaron Estados Unidos y sus socios menores», declaró Putin ante las fuerzas formadas en la Plaza Roja antes del desfile. Según sus palabras, «vimos cómo se desplegaba infraestructura militar, cómo comenzaban a actuar cientos de asesores extranjeros, había entregas regulares de las armas más modernas de los países de la OTAN».

«Estaban en marcha los preparativos para otra operación de castigo en Donbass, para una invasión de nuestras tierras históricas, incluida Crimea. En Kiev, anunciaron la posible adquisición de armas nucleares», agregó el primer mandatario ruso en referencia a la supuesta amenaza atómica que, según su opinión, emana desde suelo ucraniano.

Según Putin, «el peligro crecía cada día y Rusia hizo frente de manera preventiva a la agresión. Fue una decisión forzada, oportuna y la única correcta. Fue la decisión de un país soberano, fuerte e independiente». Insistió en que «hoy, las milicias de Dombás, junto con los combatientes del Ejército ruso, están luchando en su propia tierra (…) luchan por su patria, por su futuro, para que nadie olvide las lecciones de la II Guerra Mundial».

En contra de lo que algunos analistas habían vaticinado, el jefe del Kremlin no declaró este lunes formalmente la guerra a Ucrania, lo que hubiera implicado un decreto de «movilización general» para obligar a la población masculina a alistarse e ir a combatir a Ucrania. En Kiev se estima que, en cualquier caso y aunque sea de forma encubierta, Moscú acometerá una movilización que permita dar un empujón a la atascada ofensiva en Donbass, el nuevo objetivo declarado de la operación tras los fallidos intentos de tomar Kiev.

Toda la ceremonia en la Plaza Roja, incluyendo los prolegómenos, el discurso presidencial y el propio desfile, duró como una hora, siendo así la celebración central del Día de la Victoria más corta que se recuerda en los últimos años. De forma sorpresiva, se suspendió en el último momento la exhibición aérea a causa, según explicó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, de las malas condiciones meteorológicas. Este lunes soplaba viento frío en Moscú, la temperatura no superaba los ocho grados y el cielo estaba cubierto.

Pero, con un tiempo similar, en otras ocasiones los aviones y helicópteros sí sobrevolaron la Plaza Roja. Este lunes se especulaba en las redes sociales con que, mientras las fuerzas presentes en la emblemática explanada no tenían, como es habitual en un desfile, ninguna munición, podría haber fallado, no obstante, el control del armamento en los aviones de combate, lo que podría suponer un peligro potencial para los presentes en la tribuna. Otra conjetura, al parecer, fue el miedo a que, aprovechando que el sistema de defensa aérea estaba interrumpido para permitir el desfile de las aeronaves, los ucranianos pudieran colar un dron de ataque, algo que los expertos militares consideran prácticamente imposible.

La parte aérea de la parada incluía 77 aparatos, entre ellos el avión presidencial del Juicio Final o del Apocalipsis, un Iliushin-80 que Putin emplearía en caso de guerra atómica para ponerse a salvo de la destrucción y desde donde dirigir con su centro operativo la guerra. Al parecer, la idea era dar la señal a Occidente de que, si fuera necesario, Rusia recurrirá sin duda al arma atómica. El centro de Moscú debería haber sido también sobrevolado por bombarderos Tu-95MS y Tu-160, por los cazas Su-35S, los últimos aviones Mig-31I y Mig-31BM, los aviones de combate Su-57 de la quinta generación y los bombarderos de largo alcance Tu-22M3. Cazabombarderos Mig-29 tenían previsto dibujar en el cielo la letra «Z», el símbolo táctico que, junto a la 'V' de victoria, ostentan las tropas rusas que combaten en Ucrania.

Sin embargo, ni en la tribuna de la Plaza Roja, ni en el uniforme de los soldados, ni en el fuselaje de los tanques y blindados apareció ninguna 'Z' ni tampoco la 'V'. Tal vez hicieron efecto las críticas de Kiev y de la oposición rusa en cuanto a que se asemejan a símbolos nazis y a que fueron utilizadas por ciertas unidades de la Wehrmacht, las fuerzas armadas de la Alemania hitleriana.

Toda esta controversia o quizá el mal tiempo ahuyentaron a muchos moscovitas, que prefirieron pasar estos días de fiesta en la dacha. Salvo los involucrados en los fastos, la capital rusa estuvo desangelada. Uno de esos eventos, fue la marcha denominada 'Batallón Inmortal', a la que cualquiera puede acudir con tal de portar consigo un retrato de algún caído en la Gran Guerra Patria. Putin se unió durante unos metros a la comitiva a su paso por la Plaza Roja.

Según el Ministerio de Defensa ruso, en la parada militar tomaron parte 11.000 hombres y 131 unidades de tanques, blindados y otros vehículos además de 33 agrupaciones de distintas unidades del Ejército de Tierra. Marcharon también ante la tribuna soldados llegados desde Dombás. Entre el material bélico exhibido estaban los modernos tanques T-90M y Armata, además de misiles con capacidad nuclear Iskander-M y YARS. La parada militar contó con una cobertura apabullante de medios de comunicación nacionales y llegados de prácticamente todos los rincones del planeta.