Guterres dice que su condena al ataque iraní es «obvia» tras ser declarado persona 'non grata' por Israel

Guterres ha salido al paso de estas críticas y reafirmado su rechazo a la ofensiva iraní por dos veces: la primera en un comunicado y la segunda durante la sesión de urgencia de este miércoles del Consejo de Seguridad de la ONU. Es más, el líder de la institución ha declarado que le «repugna» la espiral de violencia instalada en Oriente Medio.

Guterres ha considerado que su condena al bombardeo iraní es «obvia» en el contexto de los comunicados emitidos este martes de repulsa por el lanzamiento de 180 misiles sobre suelo hebreo.

António Guterres, ha salido al paso de las críticas lanzadas por Israel sobre su supuesta equidistancia respecto al ataque con misiles perpetrado en la víspera por Irán, y ha defendido que su condena al régimen iraní era «obvia» en el contexto del comunicado emitido por Naciones Unidas poco después de la agresión. «Como hice en relación con el ataque iraní de abril (ocasión en la que Teherán lanzó más de 300 drones), y como debería haber sido obvio ayer en el contexto de la condena que expresé, vuelvo a condenar enérgicamente el ataque masivo con misiles de Irán contra Israel», enfatizó Guterres ante el Consejo de Seguridad.

Katz, ha descrito al líder de la OTAN como «un secretario general anti israelí que brinda apoyo a terroristas, violadores y asesinos», categorías todas ellas en las que engloba a Hamás, a Hezbolá, a los hutíes yemeníes y a Irán, responsable último «del terror global». «Se le recordará como una mancha de la historia de la ONU», ha señalado el ministro israelí en un comunicado en el que ha insistidoe en que «Israel seguirá defendiendo a sus ciudadanos y su dignidad nacional con o sin António Guterres».

El Gobierno de Benjamin Netanyahu mantiene serias diferencias con Naciones Unidas desde las primeras semanas de la ocupación de Gaza. Los bombardeos contra instalaciones de la Unrwa (la agencia de la ONU para los palestinos), las acusaciones a su personal de colaborar con Hamás y los problemas de entrada de la ayuda humanitaria a Gaza han generado enfrentamientos mutuos de elevada envergadura. Guterres ha amonestado públicamente al primer ministro por no detener la guerra ni sentarse a negociar la solución de los Estados para acabar con el conflicto. La distancia entre ellos es tan grande que cuando Netanyahu acudió a finales de septiembre a la sede de la ONU en Nueva York ni siquiera habló con el secretario general.

En su comunicado de este martes, Guterres condenó «la expansión del conflicto en Oriente Medio», con «una escalada detrás de otra», y advirtió: «Esto tiene que parar. Necesitamos completamente un alto el fuego». Sin embargo, la escueta nota no incluía alusiones concretas a ninguno de los actores directamente implicados lo que irritó sobremanera al gabinete del jefe de Gobierno israelí, que vio en esas palabras un ejercicio de »equidistancia«.

Este miércoles, Guterres ha vuelto a denunciar el «ciclo repugnante» de violencia que sacude Oriente Medio y pone a la región al «borde del precipicio» tras los ataques iraníes contra Israel. A su juicio, este tipo de acciones armadas «no hacen nada por apoyar la causa del pueblo palestino ni para reducir su sufrimiento». «Cada escalda ha servido de pretexto para la siguiente. Nunca debemos perder de vista el tremendo coste que este creciente conflicto está teniendo para los civiles», ha subrayado

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