Optimismo empresarial británico si el Gobierno organiza bien los test

Miembros de la Confederación de la Industria Británica(CBI) son optimistas sobre la recuperación económica a pesar del nuevo confinamiento de un mes decretado, a partir del jueves, por el Gobierno de Boris Johnson y de las incertidumbres sobre el 'brexit'. Para la directora general saliente de la asociación patronal, Carolyn Fairbairn, el acuerdo entre Londres y Bruselas es ahora «una necesidad moral».

La economista jefe de la CBI, Rain Newton-Smith, describió en el curso de la conferencia anual el marco general de un evento único. El impacto económico de la pandemia ha sacudido a todos los países al mismo tiempo y en un intervalo breve. Ha habido que inventar nuevos instrumentos de política económica. Pero la economía británica habrá encogido este año un 10% y recuperará un 6% o 7% en 2021.

En cuanto a los cambios duraderos, hay entre miembros de la organización consenso sobre el salto que ha dado la digitalización en todos los sectores en estos meses, con consecuencias en las formas del trabajo y la factura de ciudades, y también en la proyección internacional de las empresas, cuya adaptación a la primera ola permitirá que un 70% se mantendrá activas durante el nuevo confinamiento.

Se expresó también la hondura de un cambio cultural. El consejero-delegado de Unilever, Alan Jope, lo expresó como «el falso dilema entre el propósito social de la compañía y su salud financiera». La pandemia ha causado cambios debidos al miedo, pero también ha primado a marcas de confianza, el consumo responsable y con conciencia social. Según Jope, no solo no desparecerán sino que serán factores de la recuperación.

Para Sue Garfitt, de la alimentaria Alpro, con sede en Bélgica, el cambio es profundo por el impulso de «la generación de los 'millenials'(nacidos entre 1982 y 2004), que combina capacidad digital y aspiración de propósito social». Para Garfitt adaptar su empresa a una mayor sostenibilidad con la naturaleza es también una oportunidad de atraer a jóvenes con talento al sector de la alimentación.

La directora Fairbairn ha participado en las respuestas a la crisis en reuniones con el Tesoro y con el ente coordinador de los sindicatos (TUC). Pide ahora al Gobierno más claridad sobre la duración de las subvenciones a salarios, que comunique mejor sus medidas (el confinamiento fue filtrado a los medios, forzando su anuncio), que se aclare la estrategia de salida, una comisión mixta sobre el empleo,...

El presidente de la CBI, lord Karan Bilimoria, empresario cervecero nacido en India, que forma parte del 'establishment' político y económico de ambos países, es optimista por el ejemplo de la recuperación tras el primer confinamiento. Pide, como el 80% de sus miembros, que haya un acuerdo sobre el 'brexit' con la UE, aunque sea menor, porque «sería una plataforma para el futuro».

La insistencia de Bilimoria en los test rápidos como instrumento esencial tras el confinamiento fue avalada por la epidemióloga Devi Sridhar, que presentó tres opciones al ágora empresarial: una supresión universal del virus cuya primera oportunidad ya se perdió, estrategias de vacunación en función de las cantidades disponibles en 2021 o que el sistema de test funcione no solo para hacer muchos, como ahora, sino también para que se aíslen los afectados y se corte la transmisión.

Mientras la CBI debatía el futuro de la economía, el primer ministro, Boris Johnson, pedía en el Parlamento que los otros partidos dejen de criticar el sistema de test que su Gobierno diseñó e inciten a los positivos a que se aíslen. La oposición le critica abiertamente por responder tardíamente a la evolución de la epidemia y en sus escaños abundan los rebeldes quejosos por la supresión de sus libertades.