Scholz se apoyará en la oposición y los 'lander' para acelerar las deportaciones

Aunque el número de repatriaciones forzosas ha aumentado en el primer semestre de este año en más de un 25% frente al año anterior, el jefe del Gobierno alemán admitió que eso no es suficiente. «Por ese motivo el Ejecutivo federal continuará sus esfuerzos para limitar la migración irregular. Con nuevas medidas legales que se debaten intensamente desde el fin de semana. Entre otras, el endurecimiento de la legislación de armas, medidas contra el islamismo violento y medidas sobre el derecho de residencia para facilitar aún más las deportaciones», dijo Scholz.

El canciller federal anunció igualmente que su titular de Interior, Nancy Faeser, «invitará muy diligentemente a los representantes de la presidencia y vicepresidencia de la conferencia de primeros ministros, representantes del mayor partido de la oposición y miembros de los ministerios implicados a conversaciones puntuales y reservadas sobre esa cuestión». Todos juntos estudiarán medidas para acelerar la deportación de los peticionarios de asilo que sean rechazados, mejorar la lucha contra el terrorismo islamista y endurecer la legislación de armas. Scholz espera que los distintos Estados federados y la oposición conservadora hagan aportaciones y planteen iniciativas.

Durante una reunión bilateral celebrada el martes, Friedrich Merz, líder de la oposición conservadora y presidente de la Unión Cristianodemócrata (CDU), ofreció a Scholz la cooperación de su partido a la hora de definir una nueva política migratoria. «Es una buena señal que el mayor partido de oposición ofrezca su colaboración», dijo el canciller tras el encuentro. Scholz subrayó además que deben esclarecerse los motivos de que el autor del atentado de Solingen, un joven de origen sirio, se encontrase todavía en Alemania cuando hacía muchos meses que tenía que haber sido deportado a Bulgaria.

El Gobierno federal se encuentra también bajo presión por las elecciones regionales del domingo próximo en los Estados federados germano-orientales de Sajonia y Turingia, donde todos los sondeos predicen un triunfo de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), que explota en su campaña sucesos como el de Solingen. La formación xenófoba, racista y euroescéptica se convertirá previsiblemente en primera fuerza política en ambos territorios. Sin embargo el presidente de AfD en Turingia, Björn Höcke, anunció anoche que no asistiría a un debate televisivo por «motivos de salud».

Líder e ideólogo del ala más radical de la formación ultraderechista, Höcke ha conseguido que su partido alcance una intención de voto de más del 30% en Turingia. Un portavoz de AfD destacó que el polémico político necesita descanso tras jornadas de campaña agotadoras y aseguró que este mismo jueves volverá a la lucha electoral y continuará con su programa previsto. La cadena privada de televisión N-TV, organizadora del debate de candidatos, informó de que Höcke llevaba desde el lunes tratando de evitar asistir al compromiso ante las cámaras, al que finalmente acudirá su 'número dos'.