Macron saluda a los miembros de la Policía de Numea desplegados para frenar la ola de violencia. EFE

Macron suspende la reforma del censo electoral de Nueva Caledonia

El presidente viaja hasta este archipiélago galo de ultramar para intentar desactivar la ola de violencia que enfrenta a unionistas e independentistas

Beatriz Juez

París

Jueves, 23 de mayo 2024, 22:08

Emmanuel Macron se ha visto obligado a recorrer en avión los 17.000 kilómetros que separan París de Numea para tratar de encontrar una salida a la crisis que vive desde la semana pasada Nueva Caledonia a raíz de una polémica reforma electoral que rechazan ... los independentistas canacos. Tras reunirse, por separado, con los líderes soberanistas y unionistas, el presidente francés hizo un llamamiento a la calma y al diálogo en esta colectividad de ultramar situada en el Pacífico sur. El encuentro fue boicoteado por el llamado Senado Consuetudinario, una institución consultiva que defiende la identidad nativa.

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«Nuestro objetivo es doble: no ceder ante la violencia que se vive desde hace once días (en Nueva Caledonia) porque no tiene cabida en la República y encontrar un camino de apaciguamiento para que el diálogo se reanude lo más rápido posible. Se debe regresar a la calma y al orden sin demora», dijo este jueves Macron al final de este viaje relámpago de ida y vuelta a uno de los territorios más alejados de la metrópoli.

Tras su reunión en Numea con representantes de ambas partes, Macron prometió a los habitantes del archipiélago que no va a imponer «por la fuerza» la reforma constitucional para «descongelar» el censo de cara a las elecciones provinciales de este archipiélago.

«Después de haber escuchado a todos, me he comprometido a que esta reforma no será aprobada por la fuerza y que nos daremos unas semanas (de plazo) con el fin de permitir el apaciguamiento, la reanudación del diálogo en vistas a un acuerdo global», dijo el mandatario, quien anunció asimismo que «de aquí a un mes» se examinarán los avances. «El objetivo es lograr un acuerdo político global» que «se integre en nuestra Constitución», añadió Macron, quien expresó su deseo de que el pacto sea negociado por las fuerzas políticas caledonianas y sometido al voto de sus habitantes.

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La reforma del censo electoral para las elecciones provinciales ha aumentado en las últimas semanas las tensiones entre independentistas y unionistas. El Congreso de Nueva Caledonia adoptó el pasado día 13 una resolución exigiendo la retirada.

Censo congelado

El censo está congelado desde 1998, limitado a las personas con derecho a voto en ese momento y sus descendientes. Esta decisión se adoptó para dar mayor representación a los indígenas canacos, que se habían convertido en minoritarios tras las sucesivas oleadas de migrantes europeos. Ahora impide votar a casi uno de cada cinco electores de este territorio de 270.000 habitantes.

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El Gobierno pretendía con su reforma incluir también a las personas que residan en el archipiélago desde al menos diez años, pero los independentistas se oponen a ampliarlo porque ven en ello una medida de París para «reducir aún más» la influencia del pueblo canaco nativo.

Pese a ello, la Asamblea Nacional aprobó el pasado día 14 -por 351 votos a favor y 153 en contra- la reforma constitucional que exigen los unionistas y rechazan los independentistas. Esta votación encendió la mecha de los disturbios.

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Ante la falta de acuerdo de ambas partes sobre el futuro institucional de Nueva Caledonia estaba previsto que el Parlamento galo se reuniera antes de final de junio en Versalles para votar definitivamente esta reforma. Sin embargo, esto, por ahora, queda en suspenso a la espera de ver si ambas partes llegan a un pacto global. Macron considera que la vuelta a la calma y al orden establecido son condiciones imprescindibles para un eventual levantamiento del estado de emergencia, decretado por el Gobierno el pasado día 15.

Conflicto étnico

Los nativos canacos consideran que París pretende «reducir aún más» su influencia

Nueva Caledonia, colonizada por Francia en 1853, es escenario de una ola de disturbios, incendios, saqueos, cortes de carretera y tiroteos que ya han dejado seis muertos, dos de ellos gendarmes. Aunque la violencia ha disminuido en las últimas horas, la calma no ha regresado aún a este territorio de ultramar, según pudo constatar Macron al sobrevolar Numea.

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«El objetivo es restaurar el orden en los próximos días», dijo Macron, quien aseguró que las fuerzas del orden galas «retomarán cada barrio, cada rotonda y cada barricada» del archipiélago, donde todavía persisten «zonas en tensión».

Macron anunció que los 3.000 miembros de las fuerzas de orden desplegados en Nueva Caledonia para restablecer la calma «se quedarán tanto tiempo como sea necesario, incluso durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos» de París 2024, que comienzan el 26 de julio y terminan a principios de septiembre.

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Los disturbios en Nueva Caledonia están vinculados a viejas heridas coloniales. En este archipiélago, el 41% de la población es kanak (población autóctona) y un 24% caldoches o descendientes de europeos. El resto tienen otros orígenes.

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