Identifican a cuatro jóvenes de 17 y 18 años como los agresores del eurodiputado alemán

La Fiscalía de Dresde destacó que al contar los agresores con domicilio fijo y carecer de antecedentes quedan en libertad condicional a la espera de juicio, aunque podrían ingresar en prisión si se confirma que hubo motivación política para el ataque. La Policía señaló la misma noche de autos que los sospechosos pertenecían «ambientes ultraderechistas». Mientras, el político agredido permanece hospitalizado en estado estable tras ser intervenido quirúrgicamente este domingo para reconstruir su hueso cigomático y la cavidad orbitaria de uno de sus ojos, que resultaron fracturados como consecuencia de los golpes recibidos.

Los cuatro jóvenes son acusados además de agredir a un colaborador del partido de Los Verdes que también colocaba carteles, a quien atacaron poco antes de emprenderla a golpes con el político socialdemócrata. La identificación y detención provisional de dos de los sospechosos se produjo en la noche del domingo, según informó este lunes la Policía. Antes se había entregado uno de ellos en una comisaría, a la que acudió acompañado por su madre. El cuarto de los chavales también ha podido ser identificado. Agentes procedieron al registro de los domicilios de los tres primeros, donde intervinieron pruebas del ataque que están siendo analizadas.

La agresión provocó una ola de indignación en Alemania, donde se están registrando en las últimas semanas ataque verbales y físicos sobre todo contra políticos, colaboradores y simpatizantes del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) y Los Verdes, hasta el punto de que los medios comparan a los autores con los camisas pardas de las SA, las tropas de asalto de la formación nazi, que en los años 20 y 30 del siglo pasado actuaban como matones contra personas de otras ideologías. Este domingo miles de personas acudieron a una manifestación convocada para protestar contra la violencia ultraderechista y solidarizarse con Matthias Ecke.

El ministro de Interior del Estado federado de Sajonia, el conservador Armin Schuster, anunció con motivo de esa manifestación que «nos encargaremos de que los culpables del ataque reciban su merecido castigo, ya que lo sucedido es tan brutal que la violencia ha alcanzado una intensidad totalmente nueva». La titular de Justicia sajona, la ecologista Katja Meier, adelantó por su parte una iniciativa en el Bundesrat, la cámara alta alemana, para una nueva ley que contemple sanciones más severas para quienes agredan a personas con cargos públicos. Schuster comunicó además una mayor cooperación entre los partidos democráticos y las autoridades para proteger a quienes colaboran en el desarrollo de las campañas electorales.

«Nos resultará imposible proteger a todos y a cada uno de los que colaboran en el reparto de propaganda electoral, pero trataremos con más fuerza que hasta ahora de conseguir una inteligente cobertura de seguridad», declara este lunes Schuster en las páginas del diario germano 'Süddeutsche Zeitung'. El político cristianodemócrata se muestra convencido de que «muchos de los ataques no son planeados, sino acciones espontáneas» y considera exagerado comparar la actual situación con la de la República de Weimar, cuando eran frecuentes violentos enfrentamientos entre tropas de asalto nazis, comunistas y socialistas.

«Creo que se trata más bien de un embrutecimiento general que hace que esos ataques sean fáciles y posibles en cualquier momento», afirma el ministro de Interior sajón, para el que «esta amenaza latente es más difícil de controlar para la Policía que si tuviéramos un frente duro derecha-izquierda». Armin Schuster sostiene que «lo peligroso de esta situación era previsible: la extrema derecha de los partidos está perdiendo cada vez más el control de sus miembros y simpatizantes en muchas zonas». En parecidos términos se expresó el comisionado para el este de Alemania del Gobierno federal, Carsten Schneider, que ha hablado este lunes en televisión de un «embrutecimiento de las maneras políticas».