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Fernando López, médico argentino de 39 años, se ha enrolado por segunda vez en la Compañía Argo Hispanos. M. Ayestaran
Los hispanos que combaten en Ucrania: 2.800 euros al mes y 380.000 si caen en combate
Compañía Argo

Los hispanos que combaten en Ucrania: 2.800 euros al mes y 380.000 si caen en combate

Argentinos, chilenos, españoles... se han enrolado en este grupo «por la libertad del país, una causa justa»

Mikel Ayestaran

Enviado especial. Povrosk

Jueves, 22 de febrero 2024

«Tengo miles de solicitudes y soy selectivo. El reclutamiento no es difícil, mucha gente quiere probar. Algunos sólo piensan en ganar plata fácil, como los colombianos que piensan que esto es como su país y cuando llegan se dan cuenta que un día aquí es como veinticinco allí, la guerra en Ucrania es muy dura», confiesa el comandante Nazar Kuzmin, ucraniano de 34 años, que hasta 2022 vivía en la Patagonia argentina y que cuando estalló la guerra lo dejó todo y regresó a casa para combatir. Kuzmin viajó con su hermano Taras y formaron la Compañía Argo Hispanos. Taras cayó en combate y su hermano recogió su testigo al frente de este grupo de hispanos integrado en la Unidad de Asalto 59 del ejército.

Después de dos años de lucha contra la invasión rusa, Ucrania necesita soldados ya que las tropas están agotadas y la tasa de muertos y heridos, todo un secreto de estado, apunta a ser muy alta. Los ucranianos tienen cada vez más problemas para reclutar en casa. Agentes de la unidad de reclutamiento patrullan pueblos y ciudades y detienen a los hombres para entregarles la orden de presentarse en los centros pertinentes. Los casos de corrupción y la forma en la que el dinero puede comprar la exención de acudir a filas han provocado un gran enfado popular y el presidente, Volodímir Zelenski, llegó a despedir de su trabajo a todos los jefes de las oficinas regionales de alistamiento.

Kuzmin mira al exterior para reclutar y busca «gente profesional que quiera estar largo tiempo, porque algunos no aguantan más de una semana. Hemos tenido de todo, desde un chico español de dieciocho años que no sabía ni agarrar un arma y que se convirtió en buen soldado, a un sargento de la legión española con 15 años de experiencia que cuando empezó el tiroteo se escondió y no quería salir».

En la base secreta de esta compañía en el Donbás reorganizan las habitaciones porque llegan nuevos reclutas. El español Nicolás Martínez, alias 'Highlander', de 54 años, llegó al país nada más estallar la guerra. Tras combatir cuatro meses como voluntario firmó su contrato con las fuerzas armadas y piensa quedarse cuando todo acabe. «Tenemos las mismas condiciones que los combatientes de la Legión extranjera, un sueldo de unos 2.800 euros por estar en primera línea y una compensación en caso de fallecimiento de 380.000 euros. Estas son las condiciones y Ucrania cumple», afirma este veterano del ejército español que decidió tomar el fusil y empezar una nueva vida desde cero.

M. Ayestaran

Los acentos se mezclan en la pequeña cocina de esta casa perdida en mitad del campo, un espacio al calor de la estufa de leña. Argentinos, chilenos, brasileños, españoles… conviven como compañeros de armas y retoman fuerzas antes de volver al frente. «Uno se adapta mejor y más rápido cuando está con gente que habla su idioma y comparte costumbres», apunta Fernando López, médico militar argentino de 39 años, que se ha enrolado por segunda vez en la compañía y admite que «es duro porque he perdido a muchos compañeros».

Jorge Velasco, también argentino y de 42 años, cuelga la bandera albiceleste como cortina de una de las ventanas del cuarto. Tiene su ordenador conectado sobre la cama ya que «gracias a Internet se nos hace más llevadera la separación de la familia, yo tengo cinco hijos». Preguntado por el motivo de un viaje tan largo y peligroso, Velasco, en Ucrania desde agosto de 2022, asegura que «yo combato por la libertad de este país, considero que es una causa justa».

Llegada de extranjeros

Zelenski firmó un decreto para la formación de la 'Legión Internacional para la Defensa de Ucrania', pero no es el único cuerpo que recluta a extranjeros. En la página web de la legión, disponible en español, se detallan las condiciones necesarias para alistarse y se especifica que quienes acudan a filas «no serán considerados ni mercenarios ni criminales. Serán a todos los términos legales un militar de las Fuerzas Armadas de Ucrania, como los ucranianos que sirven. Sin embargo, recomendamos revisar las leyes de su país en cuanto al servicio en un ejército extranjero».

M. Ayestaran

Combatientes españoles que han estado en el frente con la Compañía Argo Hispanos han sido recibidos a su regreso a casa por agentes del servicio de inteligencia, aunque «ha sido una especie de formalidad y no se ha detenido a nadie, solo se han hecho preguntas», aclaran fuentes de la compañía.

Para aquellos a quienes se les pasa por la cabeza enrolarse en esta guerra, 'Highlander' avisa de que «la guerra no es lo que ves desde casa, cuando estás viviendo meses con compañeros y alguno de ellos muere, vuelves a la base y su cama está vacía y sabes que no volverá… venir a la guerra por dinero es mal negocio, tienes que tener la convicción moral de lo que haces, de que estás aquí porque haces lo correcto». El más veterano entre este grupo de hispanos ha perdido a dieciocho compañeros en estos dos años de guerra. «Es muy duro», concluye mientras se enciende un cigarro y bromea diciendo que «dejaré el vicio cuando ganemos la guerra. Me dicen que el tabaco me va a matar y yo respondo que los rusos también lo han intentado, pero que si no lo han conseguido en dos años ya no lo conseguirán».

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