El conservador Alexander Stubb celebra los resultados de los comicios con sus seguidores en Helsinki. Reuters

Finlandia elige al conservador Stubb para una presidencia orientada a la OTAN

El aspirante derechista se impone en segunda vuelta por un 52,7% de los votos a su rival ecologista Pekka Haavisto, que ha cosechado un 47,3%

Joana Serra

Berlín

Domingo, 11 de febrero 2024, 21:01

Finlandia eligió en segunda vuelta al conservador Alexander Stubb como nuevo presidente, en unos comicios muy marcados por el papel del país nórdico como nueva frontera este de la OTAN y en tensa vecindad con Rusia. Se impuso por un 52,7% de los votos ... a su rival, el ecologista Pekka Haavisto, quien quedó en un 47,3% más que meritorio, por ser originario de un partido minoritario.

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Stubb sucederá al también conservador Sauli Niinistö y redondeará el actual dominio derechista de la política finlandesa. Consensuará la política exterior con el primer ministro, Petteri Orpo, de su misma formación Kokoomus, y quien gobierna con la ultraderecha como socio de coalición desde abril del año pasado.

Finlandia, con 5,5 millones de habitantes, ha dado un giro radical a su política en menos de dos años. El detonante fue el inicio de la invasión rusa de Ucrania, en febrero de 2022. Helsinki abandonó ahí el sueño de la neutralidad militar. Dejó atrás sus cuidadas buenas relaciones con Moscú y pidió aceleradamente el ingreso en la OTAN, un paso que dio en paralelo con Suecia -país que sigue pendiente de lograr su ratificación. Finlandia, en cambio, logró el ingreso como miembro de pleno derecho en un tiempo récord, menos de un año, a lo que siguió el vuelco político en su gobierno. Un año y unos meses después de la agresión rusa sobre Ucrania, la socialdemócrata Sanna Marin perdió las elecciones ante el conservador Orpo, que ascendió al poder aliado con los ultraderechistas Verdaderos Finlandeses.

La petición de ingreso en la OTAN estuvo respaldada por un consenso casi unánime de todo su espectro político. Marin participó en las negociaciones con los miembros de la Alianza Atlántica, aunque el peso del proceso recayó en el presidente Niinistö, un avezado político que se retira tras doce años al frente de la jefatura del estado. Haavisto fue, en su calidad de ministro de Exteriores, el otro puntal del organigrama. Pero el peso de la política exterior y de defensa de un país con 1.340 kilómetros frontera compartida con Rusia giró ahora al bando derechista.

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Movilización

Entre la primera y la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, Finlandia ha vivido varias jornadas de movilización y huelgas contra la línea de austeridad impuesta por el Gobierno de Orpo, a modo de correctivo tras el alto endeudamiento que dejó la socialdemocracia de Marin. Pero este factor o la crispación a escala de política interior no parecen haber pesado tanto en estas elecciones como la seguridad nacional.

Al fin y al cabo, las competencias presidenciales en el país nórdico abarcan sustancialmente la política exterior y de Defensa. Las ejerce en consenso con el gobierno nacional, pero la jefatura de las fuerzas armadas corresponde al jefe del Estado.

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