Conservadores y socialdemócratas alemanes aprueban inversiones multimillonarias en infraestructuras y defensa

Para inversiones en la economía, ambas formaciones quieren constituir un fondo extraordinario de 500.000 millones de euros. Este posibilitará mejorar las infraestructuras del país en los próximos diez años. 100.000 millones de euros de ese fondo serán administrados por los 16 Estados federados germanos. El acuerdo entre conservadores y socialdemócratas contempla también aliviar la severa legislación que pesa sobre las regiones y que limita su capacidad de endeudamiento. En el caso del gasto militar, todo lo que supere en un 1% del PIB será asumido por el reformado «freno a la deuda». Un 1% equivale a unos 40.000 millones de euros, la mitad de los actuales presupuestos de Defensa. Estos planes aportarán al Bundeswehr, el ejército federal, fondos suplementarios de 400.000 millones de euros en los próximos años.

Para llevar adelante estos planes, CDU/CSU y SPD quieren presentar de manera urgente sendos proyectos de ley ante los grupos parlamentarios del Bundestag saliente. La iniciativa necesita de una mayoría de dos tercios en la Cámara Baja alemana, de la que conservadores y socialdemócratas no disponen ni con el apoyo de Los Verdes en el Parlamento que se constituye a finales de este mes. El viejo Bundestag puede ser convocado en casos de urgencia antes de la constitución del nuevo, en el que la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y La Izquierda disponen de una mayoría de bloqueo que impediría la aprobación de esas iniciativas.

El acuerdo fue presentado en Berlín por el presidente de la Unión Cristianodemócrata y futuro canciller federal, Friedrich Merz, el líder de la Unión Socialcristiana y primer ministro de Baviera, Markus Söder, y los dos copresidentes del SPD, Lars Klingbeil y Saske Esken. Las dos formaciones tradicionales alemanas alcanzaron el consenso para realizar ese enorme gasto financiero cuando todavía están en marcha los sondeos para una posible coalición de gobierno y ni siquiera han comenzado las negociaciones concretas para una nueva alianza.

Merz subrayó que sobre esos planes han sido informados ya Los Verdes y el Partido Liberal (FDP). Estos últimos carecen de representación parlamentaria en el nuevo Bundestag tras desastrosos resultados en los recientes comicios legislativos anticipados, en los que perdieron todos sus diputados. Merz destacó que la presidenta del Bundestag saliente, la socialdemócrata Bärbel Bas, tiene la última palabra a la hora de convocar de urgencia al viejo parlamento y destacó que los grupos parlamentarios interesados en sacar adelante los proyectos de ley se reunirán esta misma semana.

El próximo canciller federal justificó los planes y el abrumador gasto extraordinario por el cambio radical de la situación en materia de política exterior y de seguridad por las medidas adoptadas por el presidente de EE UU, Donald Trump. Las decisiones necesarias para incrementar el gasto militar «no pueden retrasarse más ante las últimas decisiones del Gobierno estadounidense», afirmó el líder conservador. La regla «da igual lo que cueste» debe aplicarse ahora al desembolso en Defensa, afirmó Merz, quien comentó un gasto de ese calibre solo puede asumirse «si la economía nacional retorna en breve tiempo al crecimiento».

Además de «una amplia mejora de las condiciones de competitividad» son necesarias inversiones masivas que no se pueden financiar «exclusivamente con los presupuestos ordinarios», señaló el presidente de la CDU. Lars Klinbeil destacó a su vez que la base de un gobierno estable es una financiación correcta y que por ese motivo las dos formaciones han priorizado en sus conversaciones iniciadas el pasado viernes la resolución del problema económico y la defensa del país. El SPD ha decidido presionar para aliviar a las familias, para que las pensiones sean estables, para que tengamos un sistema fiscal justo y para que se reconozca a la gente trabajadora.

«Pero lo más importante para nosotros era la comprensión común del tamaño y la importancia de las tareas que ahora tenemos que resolver juntos», dijo Klingbeil, que se refirió en concreto a los ferrocarriles y la educación. «Nuestro país se está desgastando», dijo el copresidente del SPD. Dando a entender que la decisión de gobernar juntos es ya un hecho, subrayó que la nueva coalición debe invertir en una Europa fuerte. A la vista de los acontecimientos en la Casa Blanca, ha quedado más claro que Europa necesita mucho más dinero para defensa y seguridad, «pero no a expensas de la inversión en la viabilidad futura de nuestro país», añadió. En cuanto al fondo especial de inversión de 500.000 millones de euros, Klingbeil afirmó: «Así se acabará por fin con el retraso en las inversiones».

El líder de la CSU, Markus Söder, también respaldó los planes y los justificó con el rumbo de la política exterior del Gobierno estadounidense. El mundo ha cambiado en los últimos días y la confianza básica de muchas personas en EE UU se ha resquebrajado, declaró el jefe del Gabinete de Baviera. «Enviamos una señal a amigos y enemigos: Alemania no se retira», dijo Söder, quien aseguró que se hará todo lo necesario para fortalecer a Alemania y hacer avanzar a Europa. «Para la seguridad no habrá límites», afirmó el presidente socialcristiano, que advirtió de que «nos estamos armando completamente: militarmente, pero también económica y tecnológicamente».