Los conservadores alemanes quieren aprobar un fondo militar extraordinario de 200.000 millones antes de llegar al Gobierno

El nuevo Ejecutivo germano afrontará en los años venideros un gasto en Defensa tan elevado que será imposible cubrirlo con los Presupuestos Generales. Ya este mismo año necesitará 30.000 millones de euros suplementarios para cumplir con el compromiso adquirido con la OTAN de dedicar a esta cuestión al menos el 2% del PIB anual. Es de esperar que este porcentaje aumente al 3% en los próximos meses. Además, la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de dejar prácticamente en manos de los europeos su propia seguridad obligará a Alemania a asumir un papel de liderazgo en el Viejo Continente, también en lo que se refiere a las ayudas a Ucrania.

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Los tres partidos quieren ponerse de acuerdo para dar luz verde a ese gasto extraordinario y fuera de los Presupuestos Generales antes incluso de que conservadores y socialdemócratas se sienten a negociar las bases de la nueva coalición de gobierno a las órdenes de Friedrich Merz, presidente de la CDU y próximo jefe del Ejecutivo germano. CDU/CSU, SPD y Los Verdes disponen en el Parlamento saliente de la necesaria mayoría de dos tercios para aprobar esa inversión para fines militares, que duplica el fondo especial de 100.000 millones destinado al ejército federal que el Bundestag sacó adelante en 2022.

Las tres formaciones carecerán de esa mayoría de dos tercios en el futuro Bundestag que se constituirá a finales de marzo y dependerían del partido de La Izquierda o la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) para conseguir la aprobación de esa aportación extra de 200.000 millones, que se financiará a base de nueva deuda. Estos dos partidos podrían incluso bloquear juntos el necesario fondo militar extraordinario. Conservadores, socialdemócratas y verdes han renunciado al parecer a reformar el llamado freno a la deuda, una ley constitucional que prohíbe incrementar el gasto público anual en más del 0,35% del PIB, por la falta de tiempo para preparar un proyecto legislativo nuevo.

Preguntado sobre esos planes, Merz se limitó a comentar que no podía «ni confirmar, ni desmentir» las informaciones al respecto antes de participar en una reunión del grupo parlamentario de CDU/CSU en el Bundestag. Los diputados conservadores confirmaron a su líder como su jefe también en la Cámara Baja con un 98%. De los 205 parlamentarios presentes 201 votaron a favor del político de 69 años y 4 en contra. En febrero de 2022, cuando fue elegido para dirigir a los diputados de la Unión, obtuvo el 89,5%.