El Gobierno griego se siente superado por unos incendios aún sin control

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El Gobierno griego declara la «guerra» a unos incendios que se extienden a Corfú

María Rego

Un incendio en la isla de Rodas obliga a evacuar a 30.000 vecinos y turistas

M. Pérez

La tragedia, sin embargo, se cebó este martes sobre la isla de Eubea, cerca de Atenas, donde se registraron las primeras víctimas mortales de unos fuegos que han arrasado viviendas, negocios y varias reservas naturales. Un hidroavión, con el piloto, de 34 años, y el copiloto, de 27, se estrelló y cayó después por un barranco en la localidad de Caristo cuando colaboraba en las tareas de extinción. Los equipos dedicados a sofocar los enormes incendios, y que han recibido ayuda de países como Croacia, Egipto o Rumanía, entre otros, están «exhaustos», reconocen las autoridades locales.

De hecho, más de un efectivo que luchaba contra las llamas ha tenido que ser ingresado en hospitales en las últimas horas. Y un ganadero sigue desaparecido desde el domingo. El primer ministro heleno admitía este martes que, pese a contar «con más personal y más medios», plantar cara al fuego «siempre es difícil». Y más, agregó, con este «calor sin precedentes» que ha colocado a seis regiones de Grecia en riesgo extremo de incendio y a otras tantas en peligro muy alto. El termómetro volverá este miércoles a superar los 40 grados, como ocurre desde hace más de una semana, en diferentes puntos del país, pero se espera que el jueves llegue un alivio al mercurio.

El verano va a ser «difícil», insistió Mitsotakis, que observa cómo la ola de calor, y de incendios como consecuencia, golpea al turismo en el país. Más de 32.500 personas, entre ellas miles de viajeros, han sido desalojadas en la última semana, la mayoría en Rodas, y los avisos del 112 para evacuar nuevos pueblos saltan prácticamente cada minuto. La situación en algunas zonas es «trágica», relataba este martes el alcalde del norte de Corfú, Giorgos Mahimaris, al diario griego 'Kathimeriní'. «Estamos tratando de convencer a los últimos residentes para que se vayan. Algunos salvan a sus animales, caballos y ovejas, hasta el último momento».