Enfurecidos al conocer que grupos de partidarios del laborismo británico viajaron a Estados Unidos para ayudar en la campaña demócrata de Kamala Harris, los miembros del equipo de Donald Trump arremetieron ayer contra el partido del primer ministro británico, Keir Starmer, con munición histórica.
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Con ... evocaciones a la batalla de Yorktown (que selló la independencia de las Trece Colonias) y con una errata en la palabra Gran Bretaña, el equipo legal del candidato republicano denunció «una flagrante interferencia extranjera» en las presidenciales. La campaña de Trump presentó además una queja ante la Comisión Federal Electoral (FEC), en la que pidió una investigación sobre lo que considera contribuciones ilegales a Harris, después de detectar la publicación en Linkedin, ya borrada, de un llamamiento por parte de una figura importante del Partido Laborista para reclutar un centenar de sus empleados que viajaran a Estados bisagra a hacer campaña por los demócratas.
Starmer desmintió ayer que su partido haya hecho nada irregular, dado que se trata de una colaboración voluntaria que no contraviene la ley electoral estadounidense. Descartó que la denuncia dañara sus relaciones con Trump en caso de que el magnate ganara el 5 de noviembre.
Recuperar votos
Funcionarios británicos, sin identificar, confirmaron que algunos asesores laboristas de alto rango viajaron en los últimos meses para reunirse con estrategas demócratas tras su aplastante victoria en las elecciones británicas de julio. Entre otros temas, los asesores hablaron de las estrategias que les permitieron recuperar a los electores de casi todas las antiguas áreas industrializadas que les abandonaron en 2019. Tradicionalmente, laboristas han acudido de forma voluntaria a Estados Unidos para ayudar a sus compañeros demócratas.
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El equipo legal de Trump invoca en su denuncia la rendición de las fuerzas británicas en la batalla de Yorktown –de la que la semana pasada se cumplió el 243 aniversario–, la victoria militar que aseguró la independencia de Gran Bretaña y permitió el nacimiento de la nación americana. «Cuando los representantes de Londres intentaron ir puerta por puerta en Estados Unidos (las Trece Colonias), no les fue bien», escribió el abogado de la campaña de Trump Gary Lawkowski. «Parece que el Partido Laborista y la campaña de Harris han olvidado el mensaje», advirtió.
Trump, que mantiene vínculos con el ultraderechista británico Nigel Farage y con el ex primer ministro Boris Johnson, describió al Partido Laborista como «de extrema izquierda» a pesar del giro notablemente centrista de los últimos años. De volver a la Casa Blanca, la colaboración aseguraría un comienzo «incómodo» en las relaciones entre ambos países a pesar de haber elogiado a Starmer en su reunión en septiembre en la Torre Trump.
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La regulación permite a los extranjeros participar como voluntarios en campañas, aunque no pueden hacer contribuciones financieras. Por tanto, el éxito de la denuncia republicana dependerá de si el Partido Laborista cubrió los costos de sus miembros, algo que podría suponer multas. En 2016 la FEC castigó al Partido Laborista Australiano y a Bernie Sanders por la colaboración de sus empleados, a quienes pagó por hacer campaña para el senador independiente.
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