El senador demócrata John Fetterman viste pantalones cortos en el Capitolio AFP

Legislar en pantalones cortos

Un senador demócrata logra cambiar el código de vestimenta en la cámara, pero se convierte en blanco de los ataques republicanos

Caroline Conejero

Nueva York

Sábado, 23 de septiembre 2023, 20:19

La decisión adoptada esta semana para distender el código de vestimenta en el Senado de Estados Unidos ha causado estupor entre la bancada republicana, generalmente más caracterizada por la priorización de las formas tradicionalistas que por el progreso. En un momento en que el Congreso ... se debate sobre la imposición de límites de edad a sus miembros y en que la guerra interna de los conservadores no sólo paraliza el funcionamiento de la Cámara de Representantes, sino que amenaza con un posible cierre del Gobierno, la indumentaria no parecería cuando menos un tema de alarma nacional.

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Sin embargo, la decisión del líder del Senado, Chuck Schumer, una deferencia a su colega John Fetterman, ha logrado eclipsar estos asuntos. El demócrata representante de Pensilvania suele vestir de forma casual mientras se recupera de una severa depresión tras sufrir un infarto durante su campaña el pasado año que le dejó con una discapacidad verbal. Fetterman, que se estrenó este año en el Senado, ha sido muy honesto sobre su salud y sobre la utilización de tecnología para comunicarse, sin que ello haya alterado su capacidad cognitiva.

La ropa holgada y cómoda ofrece siempre una sensación de refugio en los periodos de recuperación de una convalecencia, ya sea fisiológica o mental. Fetterman ha hecho de su indumentaria casual de canguro y bermudas de baloncesto una marca personal sin reparos, que viste porque «se siente más cómodo». El senador suele votar desde el recinto de las puertas o lo hace asomando la cabeza dentro de la cámara con discreción para evitar causar revuelo por su atuendo informal.

Aun así, el demócrata se ha convertido en el blanco de los ataques de la extrema derecha, que a menudo lo ridiculiza y deshumaniza con descalificaciones del tipo «haragán repugnante». En la órbita de los teóricos de la conspiración se difunde el bulo de que utiliza un doble.

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Aunque el cambio en el protocolo sólo introduce la opción del atuendo casual, es casi comprensible que, en una cámara dominada por sexagenarios y octogenarios, con cuatro y casi cinco décadas aferrados a la tradición en el cargo, la reticencia de sus señorías al cambio sea profunda. Así las cosas, el pasado martes el republicano de Florida Rick Scott y 45 de sus colegas de partido hicieron clara su decepción a través de una carta a Schumer en la que expresaban su «suprema decepción y decidida desaprobación» por su decisión de abandonar el antiguo código de vestimenta del Senado. El grupo argumentaba que permitir ropa informal «constituye una falta de respeto a la institución y a las familias estadounidenses» e instaba al líder de la Cámara a «revertir de inmediato el error».

Una representante del partido conservador amenaza con presentarse con bikini a las sesiones

La senadora moderada de Maine Susan Collins expresó su disgusto, anunciando que pensaba «presentarse en bikini» en protesta. Otros como el senador de Kansas Roger Marshall apelaban a la necesidad de mantener un nivel de decoro. No se quedó atrás el representante de Alabama, Tommy Tuberville, cuyo bloqueo en los últimos siete meses de más de trescientos ascensos militares como represalia por la política del Pentágono sobre el aborto ha creado una auténtica crisis en el Ejército, que se mostró 'muy molesto' con el cambio en el protocolo. El extécnico del equipo de fútbol de la Universidad de Auburn, expresó que «la gente que va en pantalones cortos no va con él», y amenazó con vestir el «traje de entrenador».

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«Se han vuelto locos»

Fetterman, que suele despachar con sarcasmo los feroces ataques republicanos, ha respondido al drama general con una fingida indignación: «Se han vuelto locos, no lo entiendo», ¿No hay cosas más importantes en las que deberíamos estar trabajando ahora mismo en lugar de, bueno, mi vestimenta de vago?», dijo. El demócrata dijo apreciar el hecho de que la opción exista, aunque planea usarla con moderación y no abusar de ella. «Pasitos de bebé», comentaba a los periodistas.

En la Casa de Representantes, el caos suscitado por el motín de los extremistas republicanos no impidió a los portavoces extremistas de costumbre alzar la voz de protesta sobre la falta de decoro y degradación de la cámara. Un tema en el que tanto Lauren Boebert, expulsada de un teatro durante el fin de semana por conducta inapropiada con su acompañante; como Marjorie Green-Taylor que recientemente realizó una exhibición indecente en el Congreso de la nación al mostrar fotos falsas del hijo del presidente Joe Biden, Hunter, parecen expertas.

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Fetterman viste de manera informal desde que sufrió un infarto que provocó una discapacidad verbal

Por su parte, el gobernador de Florida y candidato electoral, Ron DeSantis, en caída libre en las encuestas electorales y necesitado de desesperados golpes de atención mediática, se sumó al pelotón crítico achacando «al tipo ese de Pensilvania» de tener muchos problemas por usar sudaderas con capucha y pantalones cortos'. El 'prohibidor' en jefe de Florida, que pretende nacionalizar la censura si es elegido presidente, recalcó la importancia de «elevar los estándares en este país, no de simplificarlos». Fetterman devolvió el envite sin rodeos: «Me visto como él hace campaña».

Atrás quedan los tiempos en que las mujeres pelearon para poder llevar los brazos descubiertos y en 1993 la campaña encabezada por Barbara Mikulski y Carol Moseley Braun estableció el uso de trajes de pantalón en las mujeres.

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