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Fue una victoria tan abrumadora como pírrica a la vez. El presidente Joe Biden estrenó el sábado oficialmente las primarias de su partido en Carolina del Sur con una arrolladora victoria que le atribuye el 96,2% de los votos, con el 97% del escrutinio. ... Era exactamente el titular por el que apostaba, pero nadie se lo ha comprado.
Las primarias comienzan tradicionalmente en New Hampshire, que presume de ser el primer estado en celebrarlas, una semana después de los caucus de Iowa. Por cuestiones puramente estratégicas, el Partido Demócrata decidió este año saltarse este rincón rebelde de Nueva Inglaterra, donde el presidente quedó quinto en 2020, y darle el estreno a Carolina del Sur, que resucitó aquel año a un candidato que parecía enterrado. Biden podrá presumir en la historia de haber ganado dos veces la candidatura presidencial de su partido sin despertar mayor entusiasmo. Se lo debe en ambos casos a Donald Trump, quien desata tanto pánico que el electorado progresista está dispuesto a tragarse sus aspiraciones y votar por cualquiera que parezca tener las mejores posibilidades para vencerlo.
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Mercedes Gallego
El voto útil ahoga las opciones de los otros dos candidatos contendientes. La escritora de autoayuda Marianne Williamson se llevó el 2,1% de los votos, mientras que el congresista de Minnesota Dean Phillips, que ha invertido cinco millones de su bolsillo y tiene el respaldo de Silicon Valley, se quedó con el 1,7%.
En New Hampshire, las leyes estatales forzaron al partido a desarrollar las primarias incluso sin el nombre del presidente, que amenazó con no contar los delegados elegidos en la convención del partido. Cuando la celebración del proceso electoral se hizo inevitable, la campaña de Biden promovió la opción de escribir a mano su nombre en las papeletas el día de autos, lo que le proporcionó el 63,9% de los votos, muy por encima del 19,6% que obtuvo Phillips, segundo en ese estado.
Como la victoria de Biden en Carolina del Sur estaba cantada, lo que quedaba era escrutar los posos del café. ¿Es capaz el presidente de generar entusiasmo como para movilizar el voto? ¿Ha bajado el interés de los afroamericanos?
La campaña de Phillips felicitó abiertamente al mandatario, al que se ha cuidado mucho de criticar agresivamente, pero observaba el problema que arroja la baja participación de cara a las generales de otoño. Según los datos preliminares, Biden ha tenido menos de la mitad de las 262.000 papeletas que obtuvo en 2020. «Los votantes están muy decepcionados por la falta de opciones entre un candidato que supone una amenaza para el tejido del país y un buen hombre al que piden que pase el testigo», interpretó el asesor del congresista, Jeff Weaver. La cuestión es que si esa asistencia es la que se puede esperar en noviembre con su nombre en las papeletas, «los demócratas están en apuros», concluyó.
El voto negro, que supone el 26% de los residentes del estado y el 11% del electorado nacional, volvió a impulsar al presidente gracias al respaldo del congresista negro Jim Clyburn, al que se atribuye la resurrección de Biden en 2020. «Tú eres la razón por la que soy presidente», le dijo hace una semana en una recaudación de fondos. El mandatario también intentó animar a esos votantes colgándoles la responsabilidad de derrotar a Trump de nuevo. Nueve de cada diez electores de color le apoyaron el sábado.
El estado de primarias abiertas en las que pueden votar demócratas o republicanos por cualquiera de los dos partidos presenta también un nuevo fenómeno. Este año los conservadores han pospuesto sus comicios de primarias hasta el día 24. Como las leyes solo permiten a los electores registrados votar en una de las dos, se cree que muchos demócratas han reservado su oportunidad para ejercer un voto de condena contra Trump apoyando a su alternativa Nikki Haley. El efecto de esa estrategia no se podrá saber hasta que se cuenten los votos republicanos. Las encuestas anticipan a la exgobernadora del estado y exembajadora en la ONU durante la anterior presidencia un batacazo del 32% frente al 63% del magnate, aún mayor del de New Hampshire, donde obtuvo el 43% de las papeletas. Si volviera a superar las expectativas será justo pensar que el voto de independientes y demócratas es el que la está aupando.
Phillips se ha centrado ya en las primarias de Michigan, previstas para el 27 de febrero, y Haley, que también se niega a tirar la toalla, apuesta por el supermartes del 5 de marzo. A partir de esa fecha, el resto de los estados por votar se habrá quedado sin alternativa real.
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