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Lunes, 5 de agosto 2019, 13:52
Durante la guerra siria en 2012, Al-Jaleel trabajaba como conductor de ambulancia en Alepo y solía dejar comida para gatos callejeros y abandonados. En 2015 comenzó a buscar gatos vivos en las zonas devastadas por la guerra para llevarlos a casa. Su trabajo con los animales se volvió viral y, con la ayuda de la italiana Alessandra Abidin, comenzó a recaudar fondos para servir construir «La casa de los gatos Ernesto». Además de más de 200 gatos, ahora el santuario tiene perros, monos, conejos y otros animales.
EPDurante la guerra siria en 2012, Al-Jaleel trabajaba como conductor de ambulancia en Alepo y solía dejar comida para gatos callejeros y abandonados. En 2015 comenzó a buscar gatos vivos en las zonas devastadas por la guerra para llevarlos a casa. Su trabajo con los animales se volvió viral y, con la ayuda de la italiana Alessandra Abidin, comenzó a recaudar fondos para servir construir «La casa de los gatos Ernesto». Además de más de 200 gatos, ahora el santuario tiene perros, monos, conejos y otros animales.
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