Un militar surcoreano camina cerca de la zona desmilitarizada entre los dos países.

Seúl y Pyongyang reanudan sus campañas de propaganda en la frontera

La difusión de este tipo de mensajes es un nuevo episodio de la escalada de tensión provocada por la última prueba nuclear del régimen de Kim Jong-un, que ha desatado una cascada de condenas por parte de la comunidad internacional

COLPISA / agencias

Viernes, 8 de enero 2016, 07:58

Corea del Sur ha reanudado este viernes la difusión de mensajes propagandísticos en la frontera con el Norte como respuesta a la última prueba nuclear de Pyongyang, ha anunciado el Ministerio surcoreano de Defensa. "Las emisiones se reanudaron al mediodía" (03.00 GMT), ha declarado a la AFP un responsable del ministerio.

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Corea del Norte ha respondido reanudado a su vez la emisión de propaganda contra su vecina del sur mediante altavoces instalados en la frontera, según ha informado la agencia surcoreana Yonhap.

La reanudación de esta campaña, que en agosto suscitó amenazas de represalias militares norcoreanas, se produce mientras la comunidad internacional intenta encontrar una respuesta adecuada al anuncio del miércoles por parte de Pyongyang del ensayo exitoso de una bomba de hidrógeno.

Los potentes altavoces situados en la frontera altamente militarizada entre ambos países difunden un programa ecléctico de música pop, boletines meteorológicos, informaciones o críticas del régimen norcoreano. Este método de guerra psicológica se remonta a los años de conflicto abierto entre los dos países (1950-53), cuando unidades móviles equipadas con altavoces se desplazaban a lo largo de una línea de frente extremadamente inestable. Puede parece anticuado pero es muy eficaz.

Estos mensajes de propaganda el año pasado, en un contexto de vivas tensiones intercoreanas, enfurecieron a Pyongyang, que llegó a amenazar con acallar los altavoces recurriendo a la artillería. Al final Seúl los desconectó en el marco de un acuerdo a finales de agosto que permitió frenar una escalada peligrosa que amenazaba con degenerar en conflicto armado.

Cascada de condenas

El anuncio de una nueva prueba nuclear ha suscitado una cascada de condenas internacionales, aunque la mayoría de los expertos dudan de que se haya tratado de una bomba de hidrógeno, como pretende Pyongyang.

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Numerosas consultas diplomáticas fueron lanzadas después de una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU que prometió intensificar la panoplia de sanciones que ya se aplican a Corea del Norte por sus pruebas precedentes (2006, 2009 y 2013).

La atención se centra sobre todo en el principal aliado de Pyongyang, China, que condena el ensayo nuclear pero no ha mostrado hasta ahora que esté dispuesta a aprobar un endurecimiento importante de las sanciones contra Corea del Norte.

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