Uruguay acude este domingo a las urnas con el heredero de José Mujica como favorito

«Nadie puede desconocer que tenemos un país mejor que en 2019», fue la frase más destacada del cierre de campaña de Delgado, convencido de que su proyecto político será el más votado gracias a la experiencia de los últimos cuatro años con Lacalle al frente del país. Con él, el Partido Nacional regresó al poder tras casi tres décadas de Gobierno del Frente Amplio. «Hagamos que Uruguay se instale en el mundo como ejemplo», señaló Orsi en su mitin final. Su rival no quiere ni oír hablar de su lema, 'Que gobierne la honestidad', y defiende que «Uruguay no puede volver a las aventuras ideológicas», en clara referencia a Mujica.

Delgado fue jefe del gabinete del presidente Lacalle y bajo el eslogan 'Reelegí un buen gobierno' quiere dar la vuelta a los resultados de la primera ronda de estas elecciones -Orsi logró el 43,7% de los votos frente al 26,9% del candidato oficialista- y de las encuestas, que prevén una victoria del representante del Frente Amplio. Sin embargo, el aspirante del Partido Nacional confía en la unidad de las fuerzas contrarias a esa formación, como el Partido Colorado, cuyo líder, Andrés Ojeda, se comprometió a apoyar a Delgado tras quedar tercero en la primera fase de los comicios.

La realidad es que no hay muchas diferencias en las propuestas de los dos candidatos. Ambos tienen una tendencia claramente centrista aunque Orsi, profesor de Historia, representa en la papeleta a la izquierda y Delgado, veterinario, lidera el centroderecha. La prioridad de ambos es combatir la pobreza infantil, que afecta al 20% de los niños menores de 6 años en Uruguay.

Entre los 22 puntos del programa del candidato del Partido Nacional hay promesas de mejora de la economía, la seguridad y la calidad de vida de los uruguayos. También quiere garantizar los proyectos del actual Ejecutivo, como el acuerdo de libre comercio, incluso con China, que pretende impulsar. «Nos jugamos los próximos cinco años. Esta victoria es de ustedes, poniendo el corazón, las ganas, asegurándole a la gente que hay coalición, proyecto, programa, equipo, que hay presidente y que hay futuro. Vamos para adelante, ¡solo para adelante!», manifestó en el cierre de campaña que efectuó en el Obelisco de Montevideo. En sus discursos también ha apostado por colocar a la nación entre las más desarrolladas de América Latina: «Estoy preparado, estoy probado y, humildemente, estoy listo para ser ese capitán del timón del país».

Orsi también ha tendido la mano a los opositores en busca de la mayoría ansiada para recuperar la presidencia para el Frente Amplio. «Nuestro proyecto es el Uruguay de las certezas. El país de las certezas implica que vamos a crecer generando más puestos de trabajo, haciendo rendir los salarios y jubilaciones. Crecer asegurando que la gente pueda llegar a fin de mes», proclama. En campaña ha apostado por un país cuyos ciudadanos vayan tranquilos por las calles, un Gobierno que sea duro con el delito y aún más duro con las causas que generan los problemas de inseguridad. El candidato asegura que está preparado para efectuar las transformaciones que necesita la nación.

El aspirante a devolver el poder al Frente Amplio realizó su último acto de campaña en Las Piedras, al sur del departamento de Canelones, donde quiso recordar la batalla histórica que derrotó a las tropas españolas en 1811. «Aquí la patria dio sus primeros pasos. En este lugar empezó el milagro del pueblo oriental», rememoró. Orsi quiere que Uruguay sea un ejemplo en el mundo.