

Secciones
Servicios
Destacamos
Niño rico. Daniel Noboa (37 años) es un heredero. Hijo de Álvaro Noboa, el hombre más adinerado de Ecuador y de la doctora en Medicina ... Annabella Azín; nieto del magnate bananero Luis Noboa, y descendiente de Diego Noboa, presidente del país entre 1850 y 1851. Además de la fortuna familiar, ha heredado el sueño incumplido de su padre, que trató de alcanzar sin éxito en cinco ocasiones la presidencia de Ecuador. Daniel lo logró a la primera en 2023, con sólo 35 años. El más joven de la historia. Y lo ha vuelto a hacer ahora. Los ecuatorianos le han dado este fin de semana la victoria con una ventaja apreciable sobre su rival, Luisa González.
Su perfil es opuesto al de la representante del correísmo. Nació en Miami. Estudió en colegios de élite. Es conservador y predica la «mano dura» contra la violencia del narcotráfico. Donald Trump es uno de sus modelos.
Llegó hace dos años a la presidencia sin tener un partido propio y con un objetivo: acabar con el caos. Convenció a algo más de la mitad del electorado, tan desencantado. Aplicó medidas impopulares como la subida del IVA e implantó recortes. También racionó el suministro eléctrico ante una epidemia de apagones de luz. La ciudadanía no protestó en exceso, resignada ante la crisis de un país que en cuatro años se ha convertido en el más violento de Latinoamérica. Noboa ha demostrado dominar el medio. En momentos de tensión ha dado golpes de efecto, como la orden de asalto a la embajada de México en Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glas, condenado por corrupción. Esa acción recibió la condena internacional, pero también el aplauso de buena parte del pueblo ecuatoriano.
En realidad, se llama Daniel Roy Gilchrist Noboa Azín. Su segundo nombre significa 'Rey servidor de Cristo'. Los apellidos pesan. Gracias a la fortuna de su familia, fundó su primera empresa con sólo 18 años. En 2017, contrajo matrimonio con Gabriela Goldbaum Smith, con quien tiene una hija, Luisa. Cuando aún estaba casado conoció a la influencer Lavinia Valbonesi, su actual pareja y con la que tiene dos hijos, Álvaro y Furio.
Noboa es un producto de la élite. Cursó Administración de Negocios en la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York y Administración Pública en la Harvard Kennedy School. Realizó un máster de Gobernanza y Comunicación Política en la Universidad George Washington. El inglés es como su primera lengua, algo que siempre le recuerda a Trump durante sus encuentros en Miami, la ciudad que le une al líder republicano.
Noboa nació con la misión de extender el peso de su apellido sobre Ecuador. Al frente de Acción Democrática Nacional (ADN) ha tratado desde 2023 de atajar la sangría abierta por el crimen organizado. Impulsó el Plan Fénix para acabar con el narcotráfico, pero no lo ha conseguido. De hecho, el inicio de 2025 ha registrado un récord de asesinatos. La extorsión y el secuestro campan a sus anchas. Más de 130.000 ecuatorianos han perdido su empleo en apenas unos meses. Muchos jóvenes recurren a la droga para ganarser la vida. Los hospitales no tienen medios. Las escuelas, tampoco. Y hay trámites básicos, como obtener un pasaporte, que pueden prolongarse durante meses.
Aun así, Noboa ha mantenido un fuerte respaldo popular. Muchos creen en su mano firme para enderezar el país. Con ese objetivo en el punto de mira, el candidato conservador tiene el respaldo de una figura clave, su madre. Anabella Azín ha estado muy presente en la campaña electoral y ha reiterado la buena relación de su hijo con Trump. «Siempre es necesario el apoyo de presidentes que están haciendo historia», destacó. El otro sostén de Noboa es su actual esposa, la influencer y nutricionista Lavinia Valbonesi. Frente a críticos que le tachan de «machista», Noboa se apoya en dos mujeres.
Y en las redes sociales. Durante su mandato ha dado prioridad a los mensajes a través de X, TikTok e Instagram. Hijo de la era digital, creyó que era suficiente para consolidar su eco entre los jóvenes. Pero el ajustado resultado de primera vuelta de estas elecciones presidenciales –sólo batió a Luisa González por 17.000 votos– le hizo bajar de la nube. Para convencer a los electores de que votar a la otra candidata supondría volver a la época de Rafael Correa (presidente desde 2007 a 2017), tuvo que bajar a las calles y difundir su programa micrófono en mano para luchar contra la imagen de niño rico que nunca ha pisado un barrio pobre.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.