El presidente ruso, Vladímir Putin.

Putin muestra a sus nuevos aliados en un desfile boicoteado por Occidente

Una treintena de jefes de Estado y de Gobierno asistieron hoy en Moscú a los fastos en conmemoración del 70 Aniversario de la Victoria sobre la Alemania nazi

rafael mañueco

Sábado, 9 de mayo 2015, 10:46

En ausencia de líderes occidentales, el presidente ruso, Vladímir Putin, agradeció hoy en su discurso previo al desfile en la Plaza Roja la contribución a la victoria de Francia, Estados Unidos y el Reino Unido. Sin embargo, criticó a Washington por propiciar el establecimiento en el mundo de un sistema "unipolar" y de "ignorar los principios" que inspiraron la posguerra, la creación de la ONU y el orden internacional. Por primera vez en este tipo de conmemoración, hoy se guardó un minuto de silencio en memoria de los caídos habidos durante la II Guerra Mundial.

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La parada militar que comenzó a continuación ha sido presentada por los medios de comunicación rusos como la más grandiosa tras la desintegración de la URSS. Han participado casi 17.000 efectivos, unos 200 vehículos y 140 aparatos aéreos. Sobre la Plaza Roja han marchado también soldados de otros 10 países (China, India, Serbia, Mongolia, Azerbaiyán, Armenia, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguistán y Tayikistán).

Durante el desfile se mostraron por primera vez el tanque T-14 Armata, que sufrió un percance técnico el jueves en el ensayo general, los vehículos blindados Rakushka, Bumerang y Taifún, los carros de combate ligeros Kurgánets, el sistema de misiles antitanque Kornet-D y la lanzadera móvil de misiles balísticos Yars.

Se vieron también los misiles nucleares Tópol, los cohetes Iskander, los sistemas antiaéreos S-400 y las baterías de misiles Buk, las mismas que derribaron el avión malasio el 17 de julio del año pasado sobre el cielo de la región de Donetsk y causaron la muerte de casi 300 personas. En el desfile aéreo participaron los bombarderos estratégicos Tu-95, Tu-160 y Tu-22, los cazas Su-34 y numerosos helicópteros.

No desfiló ninguna representación de los sublevados en las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk, pero, al final de los actos, se les hizo un guiño cantando todos los presentes en la Plaza Roja la canción "El ejército del pueblo".

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En la tribuna había muchos veteranos y una treintena de jefes de Estado y de Gobierno, aproximadamente la mitad que hace 10 años. Putin ha escenificado su nueva alianza mundial con Asia y Latinoamérica tras la nueva "guerra fría" declarada con Occidente después de anexionarse Crimea y provocar una sangrienta guerra en el este de Ucrania.

El más próximo a Putin, Xi Jinping

Los personajes que hoy rodearon a Putin en el corazón de la capital rusa nada tienen que ver con los que le acompañaron en el mismo lugar durante la celebración del 60 Aniversario de la Victoria en 2005. Entonces fue su homólogo estadounidense, George W. Bush, quien estaba a su lado, junto con el francés, Jacques Chirac, el canciller alemán, Gerhard Schroeder, y el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi.

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Hoy el más próximo al primer mandatario ruso ha sido el líder chino, Xi Jinping. Cerca estaban los presidentes de Cuba y Venezuela, Raúl Castro y Nicolás Maduro. También el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon y los líderes de países como Egipto, Palestina, India o Vietnam. Los únicos europeos han sido el presidente checo, Milos Zeman, y el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius. De Estados Unidos, Canadá y Japón no ha acudido nadie salvo algún que otro diplomático destacado en Moscú. Quien tampoco ha estado, pese a que se había previsto en un principio su presencia, es el dictador norcoreano, Kim Jong-un.

La canciller alemana, Angela Merkel, tiene previsto llegar a Moscú mañana, domingo. Lo hará para depositar en compañía de Putin una corona de flores en la Tumba del Soldado Desconocido y hablar de Ucrania. Su ministro de Exteriores, Walter Steinmeier, ya estuvo el jueves con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, en Volgogrado, la antigua Stalingrado, en donde pidió perdón a los rusos por la fechorías cometidas por los nazis.

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Hoy, tras el desfile, el presidente ruso y sus invitados extranjeros hicieron una ofrenda floral ante la Tumba al Soldado Desconocido y se hicieron después la foto de familia. Otras nueve ciudades rusas, entre ellas Volgogrado y San Petersburgo organizaron también desfiles al igual que la anexionada Crimea.

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