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Julio J. Portabales
Jueves, 24 de octubre 2024, 00:26
La provincia de Málaga continúa su lucha contra el virus del Nilo Occidental. Los distintos municipios afectados han tenido que adoptar medidas preventivas adicionales para evitar posibles infecciones en humanos, algo que, hasta el momento, no se ha producido en el territorio. Tras ser informados por la Junta de Andalucía, los ayuntamientos han implementado sus propios planes municipales, centrados en la mitigación o erradicación de los mosquitos portadores del virus, que ya han afectado a varios caballos en la región. Estas acciones incluyen desde fumigaciones localizadas hasta la intensificación del control de aguas estancadas, con el objetivo de reducir la población de mosquitos y prevenir cualquier brote.
En Málaga capital, el nivel de alerta fue declarado en septiembre, cuando se detectaron mosquitos infectados con el virus del Nilo Occidental en la zona del río Guadalhorce, en el distrito de Campanillas. El Ayuntamiento ha implementado medidas preventivas urgentes, como la instalación de trampas para la captura y análisis de mosquitos y la fumigación en un radio de 5 kilómetros alrededor de la zona afectada.
En el caso de Alhaurín de la Torre, el nivel de alerta se activó a mediados de septiembre después de que se detectaran mosquitos infectados cerca del río Guadalhorce. Esto impulsó al Ayuntamiento a poner en marcha un plan de fumigación, comenzando por la barriada de Zapata y extendiéndose a otras zonas clave, como parques y jardines. Además, el consistorio lanzó un Programa de Vigilancia y Control de Vectores (MVCV), que incluyó trampas de mosquitos.
El nivel de alerta se declaró en Pizarra a principios de octubre, tras la muerte de un caballo en Cártama, que comparte frontera con el municipio. En respuesta, el Ayuntamiento intensificó sus medidas preventivas, realizando fumigaciones en todo el municipio. Además, se lanzaron campañas de concienciación para instruir a la población sobre la importancia de prevenir picaduras de mosquitos y eliminar aguas estancadas.
En Antequera, la alerta se activó a mediados de este mes, tras confirmarse un caso de equino infectado por el virus. El Ayuntamiento inició un Plan de Vigilancia y Control de Mosquitos en colaboración con la Junta. Actualmente, están a la espera de los resultados del análisis exhaustivo para determinar las áreas más afectadas, mientras que se implementan medidas preventivas, como el vaciado de fuentes.
En el municipio de Almargen, la alerta fue declarada en octubre, tras la muerte de otro caballo. Al igual que sucede en Antequera, el Ayuntamiento ha tomado medidas preventivas, como el vaciado de fuentes y están a la espera de un análisis detallado para evaluar las zonas de mayor riesgo.
Cártama fue declarado en nivel 3 de alerta tras confirmar en su municipio un equino con la enfermedad en la frontera con Pizarra. Desde ese momento el Ayuntamiento activó un Plan Municipal de Vigilancia y Control Vectorial, que incluye la revisión de imbornales, acequias y aguas estancadas para minimizar la proliferación de mosquitos.
En Coín, el nivel de alerta fue declarado tras la detección de un equino infectado con el virus del Nilo Occidental a 1,5 kilómetros del núcleo urbano. El Ayuntamiento decidió incrementar las inspecciones de aguas estancadas, aplicando larvicidas en las zonas más susceptibles de cría de mosquitos. También se han colocado más trampas para capturar mosquitos y confirmar la presencia del virus en otras áreas afectadas.
En el caso de Benahavís, el Ayuntamiento ha puesto en marcha medidas preventivas debido a la presencia de mosquitos portadores del virus del Nilo Occidental. Este municipio ya sufrió problemas relacionados con este virus en 2020, lo que obligó a realizar fumigaciones extensivas en ese entonces.
En los municipios clasificados en nivel 1 de alerta, donde se encuentran mínimo tres localidades, el riesgo de transmisión del virus del Nilo es bajo. En estos territorios se están implementando medidas preventivas. Los Ayuntamientos en este nivel deben seguir monitoreando de cerca la situación y coordinar con las autoridades sanitarias.
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