Susana García, Mariluz Polo y Djamila Huss divisan la carretera Casapalma-Coín (A-355), que une la autovía del Guadalhorce (A-357) con este municipio y con Marbella. «Tan cerca y a la vez tan lejos», comentan. Son vecinas de Villafranco del Guadalhorce, la pedanía ... de Alhaurín el Grande que quedó fuera de esta conexión inaugurada en noviembre de 2015. Más de siete años después, esta ampliación sigue sin ejecutarse y sigue siendo una de las grandes reivindicaciones de los habitantes de la zona. «Estamos a escasos 800 metros de distancia de la carretera Coín-Marbella, pero no tenemos acceso directo a ella. Es una pedanía muy bien situada, con muchas oportunidades, pero muy mal comunicada», señala García, presidenta de la asociación de vecinos que abandera esta causa.
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La carretera Casapalma-Coín une el municipio con Marbella y con la autovía A-357 de acceso a Málaga. Su historia se remonta a 1992, pero no fue hasta 2010 cuando la administración regional decidió reactivar esta obra que acabó finalizándose en 2015. Sin embargo, esta mejora dejó fuera el acceso a Villafranco del Guadalhorce, que a día de hoy sigue sin conexión directa a esta carretera a pesar de su cercanía. «Se expropiaron terrenos y se redactó un proyecto, pero nunca se ha llegado a ejecutar. Seguimos reclamándolo año tras año», destacan las vecinas de la pedanía, que han mantenido «muchas» reuniones con las distintas administraciones para dar solución a esta problemática.
De los más de 700 vecinos censados, muchos de ellos trabajan fuera de la localidad. «Mi marido va todos los días a Marbella, y tiene que hacer más kilómetros porque no puede acceder a la carretera de Casapalma desde aquí. En general, todas las conexiones de la pedanía están en mal estado», apunta García, que lamenta la situación de Villafranco a pesar de su «ubicación estratégica». «Estamos cerca de Málaga y de la Costa, a escasos metros de la autovía. Podríamos ser un lugar con mucho movimiento logístico y empresarial, pero si seguimos así no podemos crecer».
En este sentido, afirma que una de las carreteras de acceso a la pedanía «no tiene ni matrícula, por lo que en caso de accidente no hay posibilidad de reclamar a nadie». «Son muchos años de reivindicaciones y de espera».
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Francisco Rueda, fundador de la plataforma Carreteras del Guadalhorce, destaca que este acceso es una de las grandes oportunidades para la pedanía. El activista, que lleva más de una década luchando por la mejora del Valle del Guadalhorce, añade que la carretera Casapalma-Coín, a su vez, ya se ha quedado pequeña. «Cada vez hay más tránsito por esta zona, en las horas punta se forman atascos».
Los altos precios de la vivienda en la capital y en el área metropolitana fueron el motivo de que Mariluz Polo y su familia se mudaran a Villafranco hace unos años. «Es un sitio tranquilo y se vive bien, pero los accesos son penosos. Las administraciones deberían apostar más por este tipo de zonas para combatir la despoblación».
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Djamila Huss también se fijó en Villafranco hace nueve años, después de veranear en Fuengirola desde pequeña. Esta ingeniera sueca buscaba la vida tranquila de una comarca que ha ido creciendo en los últimos años, pero no lo han hecho a la par sus conexiones. «Es una zona bonita, pero las carreteras están en mal estado y son peligrosas».
Al tratarse de una actuación proyectada y redactada, se llegaron a realizar expropiaciones de terrenos necesarios para la conexión, como es el caso de parte de la finca de Francisco Pozo. «En un principio parecía que no afectaría a mi propiedad, pero finalmente el proyecto abarcó parte de ella. Acabé firmando la expropiación, pero no ha pasado nada desde entonces, toda esa zona sigue igual y han pasado muchos años», cuenta.
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La apertura de la Casapalma-Coín en 2015 también supuso un aislamiento para los establecimientos de Villafranco, ya que anteriormente gran parte del tránsito de vehículos de la comarca que viajaban a la capital y a la Costa pasaba por allí, según explica el gerente de una de las cafeterías de la pedanía. «Se notó mucho la bajada de clientela cuando se inauguró la carretera».
Pepi Ocaña, responsable de la panadería de la pedanía desde hace más de dos décadas, también recalca que las conexiones han lastrado el desarrollo de Villafranco. «Yo reparto pan por varios pueblos, y desde aquí se invierte más tiempo. Aunque estamos cerca, nos hemos quedado fuera de la autovía».
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Según el proyecto redactado en su día por la Junta de Andalucía y que finalmente no se ejecutó, la conexión de Villafranco del Guadalhorce con la carretera Coín-Casapalma se realizaría a través de la unión entre la carretera MA-3302 y la A-355 a través de una rotonda. El pasado 20 de enero, la delegada provincial de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, Carmen Casero, visitó la pedanía de Villafranco del Guadalhorce con la alcaldesa de Alhaurín el Grande, Toñi Ledesma, para mantener una reunión con los vecinos. En dicho encuentro, Casero explicó que el nuevo proyecto del enlace para Villafranco se comenzará a redactar una vez que finalice la elaboración de los presupuestos en marzo. «Nos remarcó que vendrán a detallarnos cada paso que se vaya dando», apuntan las vecinas.
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