La Vera Cruz y Nuestro Señora de la Soledad reciben el fervor de Alhaurín de la Torre sin poder realizar su estación de penitencia

La Real, Antigua y Venerable Cofradía del Santísimo Cristo de la Vera Cruz y Nuestra Señora de la Soledad comunicó al pueblo de Alhaurín de la Torre la decisión de adelantar su programa de actos, el que llena la agenda de cada Viernes Santo en la ciudad, para, de esta forma, sortear la amenaza de lluvia prevista a medida que la jornada se acercaba a la medianoche. Finalmente, no pudo ser y, al filo de las 21.30, hacía pública la imposibilidad de celebrar la procesión, debido a las inclemencias del tiempo. El objetivo de esta «difícil decisión» fue la de salvaguardar «el patrimonio material y humano» de la institución. La devoción se llevó al interior del templo de San Sebastián y La Inmaculada, que abrió las puertas a todos los devotos, con el homenaje a los Sagrados Titulares los hermanos honorarios de la Legión en la Plaza de la Concepción y el acompañamiento de la Banda Municipal de Alhaurín de la Torre.

Eso sí, en la primera de las citas previstas, el tradicional y solemnísimo Homenaje a los Caídos, en la Plaza de la Legión, en torno a las 17.00 horas, lució un sol espléndido que calentó el ánimo de los presentes en este acto castrense, de gran importancia en la villa, puesto que simboliza la unión del municipio, ejemplificado en la vinculación de su Cofradía de Los Verdes, con este Cuerpo Militar.

La tropa estuvo representada por el Tercio «Don Juan de Austria» 3º de la Legión, que desplegó, además, un piquete de honores y una banda de guerra, acompañados por los guiones y banderines legionarios. La presidencia militar correspondió al general José Manuel Vivas Urieta, jefe de la División Castillejos, y la civil, al alcalde, Joaquín Villanova. Este los presentes, el coronel jefe de Base Aérea de Málaga, Francisco Rafael de Paz Solís, que dio testimonio del vínculo que une a Los Verdes con este acuartelamiento, fruto del cual, se rendirá un homenaje en el callejero alhaurino con la colocación de un caza de la Patrulla Águila en la rotonda que de acceso a la calle Catamarán.

Tras el homenaje, comenzó el pasacalles de la Legión por las calles alhaurinas, renovando así una relación que comenzó en 1947, como antesala del traslado de la imagen del Santísimo Cristo de la Vera Cruz desde la casa de hermandad, a paso lento, hasta la parroquia de San Sebastián, en la que, finalmente, tuvieron que permanecer las imágenes del Santísimo Cristo de la Vera Cruz y Nuestra Señora de la Soledad.

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