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Julio J. Portabales
Viernes, 4 de octubre 2024, 00:36
Desde que se declaró el nivel 4 de alerta por la presencia de mosquitos infectados con el Virus del Nilo Occidental en Campanillas y Alhaurín de la Torre, los vecinos han tenido que modificar su día a día para protegerse y evitar la propagación del virus. Aunque hasta el momento no se han registrado casos en humanos en estas áreas, la precaución ha sido la norma, y la comunidad se ha adaptado de forma progresiva para afrontar esta nueva situación sin caer en el alarmismo.
En Campanillas, la proximidad al río Guadalhorce ha generado más inquietud entre los residentes. Muchos, como Miguel Macías, han adoptado medidas adicionales para evitar las picaduras de mosquitos. «Viviendo con mis padres, que son mayores, me preocupa especialmente su salud,» explica Miguel. «No queremos correr riesgos innecesarios, así que seguimos todas las recomendaciones: evitar salir en las horas en que hay más mosquitos y mantener las ventanas cerradas.» Miguel admite que cerrar las ventanas en esta época del año, cuando el calor aprieta, no es sencillo, pero sabe que es necesario para proteger a su familia.
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Agustín, otro vecino de Campanillas, ha decidido tomar medidas prácticas instalando mosquiteras en todas las ventanas de su casa. «Es una solución bastante simple, pero funciona», señala. «Con el nivel de alerta en el que estamos, creo que hay que ser precavido, aunque sin alarmarse demasiado. Lo importante es protegernos.» Como él, muchos residentes están combinando métodos más tradicionales, como el uso de citronella y mosquiteras, con las recomendaciones de las autoridades, que también han insistido en la fumigación regular en áreas afectadas.
Para algunos vecinos, la preocupación va más allá de los posibles contagios. Jennifer, por ejemplo, cuenta que su hermano tuvo que acudir al médico tras presentar dolores de cabeza y vómitos: «Mi hermano se sintió mal y, claro, en cuanto escuchamos esos síntomas, pensamos en el virus. Por suerte, los médicos nos dijeron que no había de qué preocuparse, pero ahora cualquier síntoma similar nos pone en alerta.» Las autoridades sanitarias han sido claras en pedir que, ante cualquier síntoma como fiebre o dolor de cabeza intenso, se consulte con un profesional de la salud para descartar complicaciones relacionadas con el virus.
En Alhaurín de la Torre, la situación es similar. Los vecinos son conscientes de la necesidad de seguir las indicaciones de las autoridades para evitar el contagio. Rafa y Carmen, quienes han vivido en la localidad durante muchos años, comentan que, aunque no ha habido casos en humanos, se toman en serio las recomendaciones. Rafa explica: «Es un tema preocupante, especialmente cuando oyes que en Sevilla ha habido víctimas. Pero aquí seguimos tranquilos, siempre que tomemos precauciones.» Su esposa, Carmen, coincide: «Todo lo que sea para frenar el avance del virus es bueno. Hemos cambiado algunas de nuestras rutinas, pero nada drástico. Lo importante es cuidarnos, especialmente nosotros, que estamos en un grupo de mayor riesgo.»
María Ángeles, vecina de Churriana que visitaba a familiares en Alhaurín de la Torre, se muestra algo más relajada, aunque no descuida las medidas de prevención: «Es importante tener cuidado y seguir las restricciones, pero sin caer en el pánico. Es cierto que en otras zonas de Málaga no estamos teniendo tantos problemas como aquí, pero nunca está de más estar alerta.»
Las autoridades locales han intensificado la fumigación en las áreas más afectadas, como las cercanías del río Guadalhorce y otras zonas con acumulación de agua, para reducir la presencia de mosquitos. Sin embargo, también han pedido colaboración a los vecinos, instándolos a eliminar acumulaciones de agua en sus jardines y patios, donde los mosquitos pueden reproducirse. Los larvicidas están siendo aplicados en las zonas de mayor riesgo, pero las autoridades subrayan la importancia de las medidas individuales, como el uso de repelentes y evitar las horas de mayor actividad de los mosquitos, al amanecer y al atardecer.
Aunque la situación se mantiene bajo control y no se han registrado casos de infección en humanos en estas localidades, la comunidad ha adoptado una postura de precaución sin caer en el alarmismo. Los vecinos de Campanillas y Alhaurín de la Torre coinciden en que, aunque algunas de las medidas preventivas pueden ser incómodas, como cerrar las ventanas o evitar ciertas horas al aire libre, todos entienden que la prevención es la clave para evitar que la situación empeore. El compromiso colectivo es fundamental para mantener el control sobre la situación, y mientras tanto, la vida en estos municipios continúa, aunque con un ojo puesto en las recomendaciones y otro en la evolución de la alerta.
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