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Fin de semana previo a la Semana Santa de Málaga, por la esquina asoma ya el Domingo de Ramos y eso significa una cosa: tradición. ... No solo a nivel de eventos y festividades, sino también a nivel gastronómico con los dulces típicos de estas fechas tan señaladas. Sin lugar a dudas uno de ellos son las torrijas, pero lo que no es común es que mida unos 10 metros, pero en el interior de la provincia de Málaga se ha hecho una excepción. Este Viernes de Dolores los vecinos de Cuevas de San Marcos han podido degustar está delicatessen de grandes dimensiones debido a una iniciativa que ha lanzado el Ayuntamiento de la localidad junto con la panadería Galancho, muy célebre dentro del municipio.
«Queríamos incentivar en el pueblo la cuaresma y estuvimos pensando opciones para darle visibilidad al pueblo», explicaba a SUR Julio Ríos, el concejal de Fiestas de Cuevas de San Marcos. Pronto se les vino a la cabeza la posibilidad de realizar una «super torrija» para todo el pueblo el Viernes de Dolores, además de contar con una barra popular que estuvo a cargo de la protectora de animales de la localidad. A pesar de que es el primer año que se realiza, el objetivo es que estos 10 metros no solo sea el inicio de algo mayor, nunca mejor dicho: «Nuestro idea es ir haciéndola más grande con el paso del tiempo».
Juan Antonio Morales, uno de los encargados de realizar esta torrija «gigante», afirma que ha sido un reto para ellos realizar este dulce a gran escala. Su panadería, Galancho, es conocida en el pueblo por sus dulces de temporada y siempre en esta época suele estar hasta arriba de trabajo, pero esta vez con la propuesta del Ayuntamiento, más aún. Para poder llevarla a cabo Morales y sus compañeras de trabajos han utilizado unos 40 panes, 60 litros de leche, 20 kilogramos de azúcar y limón, naranja y canela (más difíciles de contabilizar).
Todo este proceso para dejar lista esta gran obra culinaria ha seguido el paso común que se realiza con una torrija normal, pero en esta ocasión a gran escala. «Hemos preparado los panes en rebanadas, lo hemos bañado en su leche y la hemos frito», explicaba Morales, que además comentaba que tras realizar todo ese proceso con cada una de las «mini torrijas», luego se trasladó todo a la mesa para unirlas y conformar la torrija de diez metros en la zona de El Paseo.
Laura Molero es otra de las reposteras encargadas de sacar a la luz esta bonita y sorpresiva iniciativa. A pesar de no gustarle las cámaras ni salir en la prensa intenta hacer un esfuerzo para explicar que según los cálculos que han realizado estima que se ha tenido que producir un total de más de 200 unidades para poder conformar los diez metros de longitud. «Además de en leche, las bañamos en la clara de huevo», detallaba Molero, mientras continuaba con su trabajo, que sigue siendo mucho en estos días de Semana Santa.
La iniciativa fue recibida con entusiasmo por los vecinos, que no solo pudieron degustar un dulce tradicional en un formato inédito, sino que también compartieron una jornada marcada por la convivencia, el ambiente festivo y la ilusión colectiva. Desde el Ayuntamiento de Cuevas de San Marcos ya valoran muy positivamente esta primera edición, y no descartan convertirla en una tradición anual con la intención de seguir potenciando la identidad local y atraer visitantes durante estas fechas tan señaladas.
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