El balcón antes del acto, aún sin símbolos independentistas. SUR

Sant Sadurní pide disculpas a la alcaldesa de Cañete por la polémica de las pancartas durante su pregón

El municipio catalán hermanado con Málaga lamenta la presencia de símbolos independentistas junto a la regidora

Jueves, 13 de septiembre 2018, 00:06

Dos pueblos hermanados, como tantos que hay en el eje norte-sur del Mediterráneo; unas fiestas y una alcaldesa malagueña que cruza España para desear a sus vecinos en la distancia unas buenas Fires i Festes. Todo parece normal, pero esos ingredientes se han convertido en la base de una polémica que demuestra que ni siquiera las ferias populares están libres de pecado en la carrera por el independentismo. Josefa Jurado (PSOE), regidora de Cañete la Real, viajó el pasado seis de septiembre al pueblo barcelonés de Sant Sadurní d'Anoia para reforzar un vínculo histórico que es oficial desde 2002, pero su presencia en la balconada del Ayuntamiento donde se celebró el pregón inaugural ha estado cargada de polémica por estar rodeada de símbolos independentistas. El consistorio barcelonés pidió ayer disculpas y considera a Jurado «víctima involuntaria» de la situación política que vive Cataluña.

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La propia alcaldesa emitió un comunicado con el que poner fin a las acusaciones, misiva en la que decía ser víctima de una «emboscada» y en la que explicaba cómo se habían producido los acontecimientos que la condujeron a estar pregonando rodeada de esteladas y pancartas amarillas serigrafiadas con «libertad presos políticos». En un primer contacto con el alcalde de Sant Sadurní d'Anoia, Josep Maria Ribas, le comunicó que habría símbolos independentistas en el acto, ante lo que Jurado reunió a la Junta de Portavoces de Cañete la Real, que decidió que no debería acudir a los festejos. Más adelante, Ribas volvió a contactar con la regidora malagueña para decirle que finalmente no habría simbología alguna, con lo que consiguió cambiar su opinión.

Petición de libertad

Según la alcaldesa, al llegar al Ayuntamiento, en la balconada tan solo había banderas de diferentes localidades con las que el municipio barcelonés mantiene buena relación. Una vez dentro del Consistorio, alguien añadió las consignas independentistas tapando las banderas que hicieron las veces de señuelo. No obstante, hay una fotografía (que ilustra esta noticia) en la que la alcaldesa aparece con otros políticos que sostienen abiertamente una estelada y una petición de libertad para los líderes independentistas encarcelados.

Pese a ello, la regidora solicitaba en su comunicado que el alcalde barcelonés le pidiera disculpas por haber convertido en político un acto que no debería haber superado las barreras institucionales. Y ese mea culpa llegó ayer con el comunicado de Sant Sadurní d'Anoia, un documento extremadamente sereno y formal. «El equipo de Gobierno quiere lamentar públicamente el malestar que se ha producido al pueblo hermano de Cañete la Real», comienza la publicación, en la que se señala a «algunos grupos políticos» como los responsables de los símbolos que aparecieron en el acto.

Es en este comunicado donde consideran a Jurado, a la que tienen «en mucha estima» una «víctima involuntaria» de la situación. Aseguran que la idea era que pronunciase un pregón que seguro sería (y fue) muy aplaudido y apreciado por el pueblo de San Sadurní d'Anoia. «Las reivindicaciones legítimas de la mayoría del Consistorio no van dirigidas a las personas encargadas de hacer el pregón», subrayan, «ni a los municipios que representan», sino que son «fruto del momento social y político» que se está viviendo en la región.

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Por último, muestran su rechazo a la actitud de determinadas formaciones políticas que por fines «partidistas e interesados» pretenden malmeter y lastrar la relación sana y afectuosa que mantienen las dos localidades hermanadas.

La regidora ha explicado a SUR que para ella es «muy importante» que el municipio hermano pida disculpas. «Llevo casi nueve años subiendo a Barcelona en estas fechas», añade. Con respecto a la foto más criticada, recuerda que la comitiva malagueña evitó ponerse bajo ninguno de los carteles. La regidora concluye con una reflexión: «Yo no soy nadie para juzgar, eso le corresponde a los jueces, y la Constitución es igual para todos».

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