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Rosario Mena regenta la única tienda de Pujerra; es una especie de heroína para sus vecinos, con gran cantidad de alimentos y menaje para que desplazarse a otro pueblo cercano para ir a un supermercado sea algo poco habitual. Esta mujer de ... 72 años sabe que su edad de jubilación ya ha llegado, aunque se niega a salir de detrás del mostrador y bajar su persiana porque... ¿Qué pasaría entonces con la alimentación en su pueblo? Rosario, natural de Faraján, lleva viviendo en Pujerra desde los 18 años, cuando se casó y se trasladó para abrir allí un negocio que ha prosperado y que aún sigue en pie.
Relata con orgullo que Pujerra es un municipio «sencillo» y encantador, algo que atrae mucho al visitante, pero confiesa con tristeza que la pandemia ha azotado enormemente a su pueblo y a sus mayores, lo que ha dejado las calles algo desoladas y muy cambiadas. Además, cuenta que las grandes superficies de Ronda se están «cargando» los negocios locales: «Antes había 10 tiendas y ahora sólo queda la mía», comenta con resignación, manteniéndose frente al mostrador desde las 7.30 hasta las 22.30 horas de la noche. Rosario Mena, sin duda, hace un esfuerzo encomiable por mantener viva la esencia de Pujerra.
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