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La alegría que acompañó el arranque de la Feria este martes, contrastó con el pesar, que Ronda, sobre todo su economía, ha ido digiriendo desde que la Real Maestranza de Caballería de Ronda (RMR) anunciase este verano que la plaza de toros tiene problemas estructurales y que, debido a esta situación, no se podía garantizar la seguridad del público asistente a la Corrida Goyesca, la novillada, los rejones y los enganches, los festejos taurinos que cada año alberga el coso, con casi dos siglos y medio (se abrió en 1785), propiedad de la RMR. Es el empresario y ex torero Francisco Rivera Ordóñez el que se encarga de la organización de los mismos. Éste anunció posteriormente su suspensión, cuando ya se había desvelado los carteles, con Morante de la Puebla, Alejandro Talavante y Daniel Luque, en el caso de la Goyesca.
Desde la RMR, se explicó que se sigue trabajando en el informe que se está redactando sobre el estado de la plaza, ya que el mismo «está aún incompleto». El documento ofrecerá recomendaciones y sugerencias que se incorporarán al proyecto. Está previsto que los trabajos necesarios se ejecuten y que en 2025 se puedan recuperar los festejos taurinos y regresar la Goyesca, que animó a celebrar Cayetano Ordóñez, padre de Antonio Ordóñez, abuelo de Francisco Rivera; en 1954, para conmemorar el segundo centenario del nacimiento de Pedro Romero.
Se organizó una corrida con exorno, vestimenta y aparato de los tiempos de Goya, contemporáneo de los hermanos Romero, José y Pedro, a los que retrató. Tras dos años de parón, la Goyesca volvió con el maestro Antonio Ordóñez en su terna, quien la encumbró hasta el lugar que ocupa en la actualidad en el mundo taurino.
Hoy día, considerada una de las cunas de toreo moderno, la plaza de Ronda, con sus tres dinastías: los Romero, los Ordóñez y los Rivera, cuenta con aforo de en torno a 6.000 espectádores, es Bien de Interés Cultural (BIC), y sigue abierta a los turistas, siendo el monumento más visitado de Ronda y el mayor activo de la RMR.
Un impacto de seis millones
El sector turístico, y la economía rondeña en general, lamentó la decisición de suspender la Goyesca y el resto de citas taurinas, ya que se estima que el impacto, sobre todo de la corrida, es de en torno a seis millones de euros que la ciudad del Tajo dejará de ingresar. La Goyesca deja hoteles y restaurantes llenos, con reservas de año en año, siendo una de las citas anuales ineludibles en el calendario. Fuera de la plaza, también su tirón social, con la presencia de rostros conocidos y distintas personalidades, atrae a cientos de visitantes, que no quieren perderse el sábado de Goyesca en Ronda, con la entrada de los toreros a la plaza, en carruajes, acompañados de las Damas Goyescas y su Presidenta.
Previsiblemente, la Feria del centro, que este año no contará con barras en la calle, ya que los hosteleros no las han solicitado; también perderá ambiente, aunque esta caída se viene advirtiendo en los últimos años.
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