Ronda pospone a febrero la regulación del tráfico en el Puente Nuevo

La medida se concreta en impedir el paso por la zona a los vehículos que no estén domiciliados fiscalmente en la ciudad del Tajo, es decir, que solo los dueños de los coches que paguen el IVTM, el llamado sello del coche, en el Consistorio rondeño, puedan acceder al volante al citado recorrido.

El Ayuntamiento anunció hace varios meses que esta medida entraría en vigor en enero de este nuevo año, haciendo varios llamientos a las conductores que, por distintos motivos, residan en Ronda y no tengan sus vehículos domiciliados en ella, para que acudiesen al Ayuntamiento a realizar dicho trámite.

En la actualidad, la administración municipal está tramitando la instalación de las cámaras de videovigilancia que permitirán controlar el tráfico en este sentido. El proceso se licitó, por en torno a 100.000 euros, incluyendo también la instalación de más cámaras en otras zonas de Ronda para combatir los actos vandálicos y los vertidos incontrolados de basuras y escombros, entre otras conductas incívicas.

De 5.000 a mil coches

Hay que recordar que la intención de aliviar el tráfico que soporta el Puente Nuevo, el monumento por antonomasia de Ronda, con 237 años de antiguedad, es una aspiración de los últimos años, por parte de los gobiernos locales.

Ya con anterioridad, bajo el gobierno del PSOE, PA e IU, se restringuió el flujo, con un horario durante el que solo podían circular los vecinos de La Ciudad (y otros autorizados como los padres de los alumnos de colegios en la zona). Este cierre parcial despertó gran malestar en la zona sur de Ronda, especialmente, en el barrio de San Francisco, desde el que se argumentaba que sus vecinos quedaban aislados y obligados a usar la circunvalación para ir de una parte a la otra de la ciudad, dividida en dos por la emblemática garganta. El colectivo se constituyó en una plataforma vecinal y señalaba que la circunvalación no se encontraba en buen estado. Se organizaron dos manifestaciones y otras acciones de protesta. El ente pedía una alternativa urbana al Puente.

En la siguiente legislatura, el PP dejó sin efecto el cierre parcial y prometió la construcción de un vial por la zona del Arroyo de Las Culebras, un proyecto que se sigue tramitando y que ha encontado también el rechazo de otra plataforma vecinal por el impacto en el entorno natural en el que se contempla. Sin que esté aún habilitado, ahora se prevé esta nueva regulación del flujo en el Puente Nuevo, con el objetivo de pasar de los alrededor de 5.000 vehículos al día que soporta (con picos de hasta 7.000) a en torno a mil.