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Cuevas del Becerro, en la comarca del Guadalteba, sigue combatiendo la plaga de termitas que se detectó a finales del año pasado, provocando gran malestar, sobre todo, entre los vecinos afectados, los propietarios de una treintena de inmuebles y sus entornos en los que se ... trata de erradicar este insecto. Según explicó la concejala de Medio Ambiente de la localidad, con alrededor de 1.600 habitantes, María Paz Villarejo, se está avanzando en las acciones necesarias para acabar con la plaga.
«Se actúa desde enero y ya se ha acabado el tratamiento en el interior de las viviendas y ahora va a comenzar en el exterior, en las calles», manifestó, al tiempo que expresó que es la empresa Plagiser la que se está ocupando de este problema.
«Están finalizados los tratamientos interiores en algo más de una treintena de casas de nuestro pueblo que están afectadas. Posteriormente comenzarán a preparar los tratamientos en el exterior, con lo que se pretenden crear las condiciones favorables para acabar con esta dañina plaga», se puede leer en Facebook, en el perfil municipal, desde donde se informa a los vecinos, entre otros canales.
El coste del tratamiento lo asume cada vecino afectado, en lo que respecta al interior de las casas, en las que estos insectos se cebaron con puertas, ventanas, muebles... E incluso provocaron la caída de parte de un techo que terminó encima de un sofá, en el salón de la vivienda en cuestión. No obstante, los daños fueron diferentes en cada casa.
Para cada una de ellas, el precio es de 1.100 euros. «Este coste lo asumen los vecinos y el Ayuntamiento se encargará del costear el tramiento en el exterior», subrayó Villajero que no precisó la cuantía que se invertirá en esta segunda fase de la intervención y tampoco ofreció información, al ser consultada, sobre si se ha detectado el origen de la plaga, ni sobre si han aparecido más focos. Las termitas se localizaron en dos zonas del pueblo, situadas prácticamente en los extremos del pueblo, por lo que desde el Consistorio mostraron entonces su asombro sobre cómo estos insectos llegaron a estos puntos.
Villarejo ya explicó que, en la mayoría de los casos, se trata de viviendas que no están habitadas todo el año y que permanecen cerradas durante buena parte de éste, utilizándose como segundas residencias y por períodos de vacaciones, por lo que cuando sus propietarios regresaron, se percataron de la presencia de termitas y de sus destrozos.
El Ayuntamiento impulsó una asamblea vecinal para abordar la problemática y fijar líneas de actuación de manera conjunta, que ahora se están materializando, con el propósito de acabar con la dañina plaga que ha alterado, en parte, el día a día de este pueblo de la provincia.
Hay que recordar que en 2017, otro municipio de Málaga sufrió una plaga de termitas: Villanueva de Tapia. En esta ocasión, en torno a medio centenar de viviendas resultados dañadas.
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