El renacer de la parroquia de Ardales: la fachada recupera su aspecto original del siglo XIX

El color blanco de su fachada principal ahora ha pasado a ser marrón, lo que la acrecenta aún más en la panorámica de la localidad entre sus casas blancas. Esta transformación ha sido gracias al trabajo conjunto entre el Obispado de Málaga y el Ayuntamiento de Ardales, que han tratado este testigo del devenir histórico de la parroquia como foco principal de la actuación. Desde abril, ambas entidades han trabajado de manera conjunta para llevar a cabo este proyecto que se ha centrado en la recuperación de los revestimientos originales, considerados de valor documental, histórico y estético, lo que se ha logrado gracias a un proceso minucioso que ha devuelto a la parroquia su esplendor original.

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El arquitecto técnico de la diócesis, Pablo Pastor, quien lideró la intervención, detalla las diversas fases del proceso: desde la eliminación de elementos ajenos al inmueble hasta la consolidación de morteros y revocos, pasando por la restitución de morteros y juntas, cada paso ha sido crucial para preservar la autenticidad arquitectónica del lugar, así como la aplicación de un producto hidrófugo para proteger la fachada de futuros desgastes. La atención meticulosa se extendió a la fachada sur, donde se llevaron a cabo trabajos de picado de morteros inadecuados, sustitución de elementos deteriorados como cargaderos de madera y vierteaguas de ladrillo, así como la aplicación de pintura y la ejecución de un zócalo inferior de drenaje. Estos detalles, aparentemente menores, contribuyen significativamente a la preservación a largo plazo del edificio.

El presupuesto total para esta obra de restauración ascendió a 133.650 euros, con la contribución de 100.000 euros por parte de la administración local y el resto por parte del Obispado, cuya ejecución de los trabajos estuvo a cargo de la empresa Hermanos Campano, con la colaboración de Chapitel Restauración y Conservación. En este sentido, aseguran que en una próxima fase, se tiene previsto abordar la restauración de las campanas, un paso más en la revitalización completa de este lugar de culto tan emblemático.

Por su parte, el párroco de Ardales, Francisco José Martínez, asegura que el municipio tiene mucho que ofrecer al visitante, además de su gente, que es muy acogedora y su rico patrimonio histórico, cultural y gastronómico, destaca esta obra de arte de estilo mudéjar ubicada en la zona alta del pueblo, así como sus imágenes de San Isidro, el Cristo de la Sangre, la Virgen de los Dolores, la Divina Pastora del siglo XVIII, y la patrona del altar mayor, la virgen de Villaverde, con gran devoción en Ardales.