El año hidrológico avanza con datos mucho peores que los registrados por estas mismas fechas en 2022. Tras un diciembre esperanzador, con lluvias abundantes en la primera quincena, que permitieron recuperar algo las mermadas reservas de los embalses malagueños tras la temporada alta veraniega, ... el invierno ha sido muy seco y lo que va de primavera igual. Y lo peor de todo es las previsiones meteorológicas no apuntan a un cambio de tendencia claro en lo que queda de estación.
Con este panorama desolador se explica que los siete pantanos de la provincia acumulaban, a fecha del 4 de abril, 223,99 hectómetros cúbicos, lo que supone el 36,63% de sus reservas. Hace un año esta cantidad era muy superior, con 309,41 hectómetros. A la espera de que en abril vuelvan las ansiadas lluvias que palien la situación de las reservas y alivien la sed en los maltrechos campos, la Junta, como administración competente en materia hídrica, ha tomado ya una primera medida que afecta a las alrededor de 10.000 hectáreas de cultivos del valle del Guadalhorce, de las que un 70% son cítricos y el otros 30% se reparten entre aguacates y hortícolas.
Salvo que se produzcan lluvias importantes en los próximos días, que reviertan la tendencia negativa, los regantes de esta zona dispondrán de un 25% menos de agua de la planificada al inicio del año hidrológico. En concreto, serán 30 hectómetros cúbicos y no 40 como se aprobó inicialmente. Esta medida, que ya ha sido trasladada a las comunidades de regantes, tendrá aún que ser ratificada en el comité de gestión de la sequía que se celebrará antes de que finalice este mes de abril. En la Axarquía los regantes del Plan Guaro, con 6.400 hectáreas de superficie, principalmente de subtropicales, llevan desde el pasado 1 de octubre sin agua del embalse de La Viñuela, contando únicamente con recursos regenerados de las depuradoras y de pozos.
Sin embargo, los regantes de la zona del Valle del Guadalhorce, aunque pueden llorar con un ojo si se les compara con la comarca oriental malagueña, no han ocultado ya su malestar por este nuevo recorte, «que pone en jaque a los productores de cítricos y que hará que muchos cultivos hortícolas no se siembren por falta de garantía de agua», ha manifestado a SUR el secretario de la Asociación Provincial de Regantes de Málaga, Juan Antonio Aguilar. «Nos dejan en 30 hectómetros, pero en realidad son 22, porque tenemos unas pérdidas del 25% por la antigüedad de las canalizaciones, por la evaporación, sustracción y averías», ha apostillado este agricultor.
Así, según la planificación que les han trasladado desde la Delegación de Agricultura, de los 30 hectómetros cúbicos, ya se han gastado cuatro en los primeros seis meses del año hidrológico, desde el 1 de octubre al 31 de marzo. De esta forma, quedan 26 disponibles, a repartir desde el próximo 17 de abril, cuando empezarán con el llamado riego de verano hasta el 30 de septiembre.
Reparto por meses
En abril tendrán dos hectómetros cúbicos, tres en mayo, cuatro en junio, seis en julio, siete en agosto y cuatro en septiembre. «Con esta dotaciones habrá meses en los que no se pueda regar completo», se ha quejado Aguilar, quien ha destacado que «esto da lugar a que no se sembrarán muchas verduras de primavera y verano »por la falta de garantía de riego y se producirán pérdidas cuantiosas en las cosechas de cítricos y frutales, mermándose el tamaño, la calidad el y volumen total de la producción«.
Las comunidades de regantes del Valle del Guadalhorce que forman la asociación han lamentado que «siempre es la agricultura la que sufre las restricciones, pues al sector servicios, asociado al abastecimiento, solo se le restringe en un 5% para lo que queda de año hidrológico, lo que supondrá que la capital malagueña pasará de disponer de 55 hectómetros a 52,5 para el año hidrológico. »Es injusto el trato recibido por la Administración regional, al no tratar por igual a todos los sectores económicos«, ha manifestado Aguilar.
El sistema Guadalhorce-Limonera suma ya menos de 145 hectómetros cúbicos, al borde de la declaración de la situación de alerta de sequía, más leve que la de emergencia, en la que se encuentra La Viñuela, al 10,3% de su capacidad, con 16,9 hectómetros. Según el decreto de sequía de la Junta, aprobado en junio de 2021, los tres pantanos que surten a la ciudad (Guadalhorce, Guadalteba y Conde del Guadalhorce) entrarán en alerta de sequía cuando lleven más de un mes con menos de 140 hectómetros. Actualmente tienen 144.
Por su parte, el delegado de Agricultura, Fernando Fernández, ha dicho que el comité de gestión de sequía se celebrará «antes de que acabe abril». «Ese escenario del Guadalhorce es en el peor de los casos, si hay lluvias, que las esperamos, puede variarse a mejor», ha apuntado el responsable de la Junta, quien ha admitido que la mejora de las canalizaciones en la zona «es una reivindicación histórica». «Vamos a invertir tres millones de los fondos Feder en mejorar el canal principal y el año pasado se reparó el sifón de la villa, que sufrió una avería», ha apuntado Fernández.
Sobre la posibilidad de usar aguas regeneradas en esta zona, tal y como se está haciendo ya en buena parte de la Axarquía, el delegado de Agricultura ha lamentado que los agricultores del Valle del Guadalhorce «no las quieren». «La rentabilidad de los cultivos es mucho menor que la del aguacate y el mango de la Axarquía, pero estamos dispuestos a poner en carga las depuradoras de la zona si nos las demandan», ha apostillado.
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