Estas son las razones por las que Villafranco del Guadalhorce cambiará su nombre

Después de ocho años, el Consistorio alhaurino desveló la semana pasada las razones por las que hay que cambiar el nombre, entre las que destacan que el no cumplimiento de la ley vigente y por consiguiente la reclamación de varias plataformas memorialistas, debido a las anteriores reclamaciones no cumplidas, el Ayuntamiento podría verse sometido a multas coercitivas y, además según la propia ley recoge, podrían perder todo derecho de subvención o ayuda que recibe el municipio. «Alhaurín el Grande no se puede permitir que nos retiren subvenciones tan importantes como las que hemos solicitado para poder acometer la ejecución de importantes servicios municipales», asegura la segunda teniente de alcalde, Ana Belén Ordóñez.

El consistorio ha recibido desde 2016 requerimientos por parte de la Dirección General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía, así como requerimientos de información sobre su incumplimiento por parte del Defensor del Pueblo Andaluz. Es por ello por lo que se ha tomado la decisión conjunta del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alhaurín el Grande de iniciar los trámites para cumplir con las exigencias de las disposiciones legales estatales y autonómicas, llevando a cabo el cambio de nombre de Villafranco del Guadalhorce.

En la asamblea, la mayoría de vecinos de la pedanía que asistieron expresaron su rechazo ante el cambio de nombre, alegando que no han tenido opción a elegir si cambiarlo o no, y que les gustaría continuar con su nombre actual, «seguir en el pueblo como siempre», en definitiva. Sin embargo, ante esta situación y las nuevas propuestas para denominar a la localidad, el alcalde, Anthony Bermúdez, reiteró que este proceso se justifica como una obligación legal en cumplimiento de la ley para evitar sanciones.