Campañas de promoción de la salud, prevención del paludismo, arreglo y pintado de colegios… Durante más de un mes, voluntarios de Eo,Eo han recorrido Senegal para prestar ayuda en numerosos pueblos y aldeas dentro del proyecto 'Baobab V', una iniciativa de esta asociación juvenil ... alhaurina para fomentar valores y explorar otra forma de vida. «La experiencia ha sido muy buena, el viaje ha sido un éxito», cuenta Daniel Vega, presidente de Eo,Eo, que cada año viaja al país africano acompañado de voluntarios que quieren vivir una nueva experiencia y ayudar a los demás.
Al llegar, una de las cosas que más sorprendió a los voluntarios fue la hospitalidad de los senegaleses, según explica Vega, acompañado en esta aventura por cuatro jóvenes alhaurinos y una coordinadora. «Desde el primer momento se volcaron con nosotros. Hemos hecho un gran equipo».
La primera parada fue Kolda, una ciudad al sur del país donde trabajaron de la mano de la asociación 'La alegría de los huérfanos', dirigida por Samba, un colaborador habitual de Eo,Eo en Senegal. Además de actividades de ocio y tiempo libre, los jóvenes voluntarios realizaron talleres de salud y sensibilización en la prisión de la ciudad y un original mural en el colegio, donde participaron más de 100 niños de la zona. «Nuestro paso por Kolda concluyó con una hoguera de despedida y bailes, fue un momento muy emotivo», recuerdan.
Kedougou, una de las regiones más grandes de Senegal, fue el siguiente destino de los voluntarios alhaurinos y la estancia «más intensa» del viaje humanitario. Durante tres semanas, realizaron colonias de actividades con niños en diferentes barrios de la región. Vega destaca las de Bantako, una zona «de mucha precariedad y explotación infantil», donde muchos trabajan en minas, según denuncia.
Otro de los momentos emotivos fue la visita al poblado de Iwo, donde pudieron conocer la historia local y el 'Baobab' «más grande de todo Senegal». Este árbol, que da nombre al proyecto humanitario de Eo,Eo, es «muy significativo» en Senegal, ya que simboliza la conexión de los humanos con la tierra, un símil de lo que este proyecto pretende conseguir, según explica Vega. Junto a las colonias infantiles, los voluntarios diseñaron actividades para los jóvenes de la zona, con cine nocturno y pintura de murales. «El ambiente era muy participativo y motivador, han disfrutado mucho».
Además de las actividades de ocio y formación, el viaje tuvo un claro componente sanitario, ya que Vega es enfermero. «Realizamos consultas sanitarias gratuitas a todos los mineros que trabajan en la zona, y ayudamos a asistir un parto en el centro de salud de Dalaba», recuerda el presidente de Eo,Eo. Asimismo, la asociación donó 10 colchones nuevos para la sala de hospitalización de este centro sanitario.
La vuelta de este intenso viaje humanitario estuvo cargada de mucha emoción en el aeropuerto de Málaga, donde los voluntarios fueron recibidos por sus familias tras llegar un día más tarde de lo previsto por problemas en los vuelos. «Esperamos poder seguir trabajando por el pueblo senegalés», aseguran.
Este programa de cooperación está financiado con fondos propios, gracias a donaciones y actividades, con colaboradores como el Ayuntamiento, el instituto Huerta Alta o la Asociación Viñagrande. Este año, la recaudación alcanzó los 10.000 euros.
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