El pleno de Alhaurín de la Torre se pone de acuerdo por el futuro del mercado de abastos

Tras un debate plenario solicitado y convocado al efecto por PSOE e IU, en virtud de la legislación que así lo permite cuando la petición llega desde una cuarta parte de los concejales, se sacó en claro que el equipo de Gobierno del PP no tiene intención alguna de clausurar, de forma fulminante, las instalaciones. Eso sí, el alcalde, Joaquín Villanova, insistió en la necesidad de «reformular» la lonja para hacerla más atractiva. Para ello, se comprometió en presentar un proyecto que sea viable. Al mismo tiempo, este anuncio implica que, llegado el caso, las cuarteladas tendrán que salir de nuevo a concurso, lo que no garantiza que continúen los mismos empresarios que ahora se encuentran en estos establecimientos, al abrirse un procedimiento de libre concurrencia. No le pareció mal al PSOE, que consideró que, finalmente, se alcanzaba un compromiso constructivo en aras a la supervivencia de la plaza de abastos y además, valoró el compromiso de los responsables municipales de no perjudicar a los negocios que actualmente ocupan la plaza. «No hay interés alguno en echarlos», insistió el máximo responsable municipal alhaurino.

«El mercado va a seguir abierto. Hemos acordado que hay que darle vida, renovarlo, reformarlo y dar la oportunidad a más vecinos y vecinas de que puedan desarrollar allí su actividad económica», juzgó el portavoz socialista, David Márquez, convencido de que, con la supervivencia de la plaza de abastos, «se apoya el comercio local». Los socialistas también dejaron claro que estarán vigilantes para el cumplimiento de lo pactado por la Corporación.

La lonja de Alhaurín de la Torre es un inmueble que va camino de los cuarenta años, abrió sus puertas con una serie de establecimientos que pagaron un canon de explotación que expiraba a los 25 años; desde hace una década, estas licencias están caducadas, los puestos han ido cerrando, por jubilación o traslado, sin que se autoricen nuevas aperturas. En este contexto, se planteó la posibilidad de reconvertir el inmueble en centro de salud, por la urgencia que hay en el municipio de ampliar las instalaciones actuales para este uso, pero sin que llegara a concretarse la idea. Sea como fuere, entre los comerciantes surgieron recelos, al entender que no estaba clara su mantenimiento en los puestos. El alcalde, Joaquín Villanova, es tajante al afirmar que no se cerrarán estos establecimientos, que se mantendrán mientras continúe su actividad, pero también argumenta que es preciso tomar medidas que garanticen la rentabilidad de un edificio municipal con grandes posibilidades.