Los vecinos de Pizarra se convierten en portadores de la Virgen de la Fuensanta. SUR

Pizarra, el pueblo que rifa los puestos para llevar a su Virgen en procesión

La patrona del municipio, Nuestra Señora de la Fuensanta, vive su «día grande» cada 15 de agosto, cuando miles de vecinos se convierten en los portadores de la imagen durante dos horas

Jueves, 15 de agosto 2024, 00:24

Dos varales, dos mayordomos y una palabra: '¡alto!'. Así podría definirse una tradición que marca la historia del pueblo que se rifa los puestos para ... llevar a su Virgen. La emoción ha hecho parada en el calendario estival. Ha llegado su día grande y en el pueblo lo tienen todo preparado. Fue ayer cuando la Virgen de la Fuensanta, patrona de Pizarra, hizo su tradicional recorrido desde la ermita hasta la Iglesia de San Pedro Apóstol. Una procesión conocida como la 'bajá' de la Virgen, siendo este uno de los momentos más esperados del año, en el que la devoción y la ilusión por acompañar a la Virgen se unen para hacer del inicio de la feria en su honor, un momento especial para todos los vecinos de la localidad, pues esta es una tradición que arropa a la localidad malagueña desde hace siglos y, sin duda, se ha convertido en parte de su identidad. A ello le sigue el gran día. El día más importante en la historia de un pueblo en el que las papeletas vuelan y la imagen de la patrona es portada por miles de vecinos durante dos horas.

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Mientras que la bajada de la Virgen, acompañada por caballistas y tamborileros, marca el inicio de la feria con el encendido de luces, es el día 15 de agosto cuando se vive su día grande marcado por la 'Rifa', una tradición pizarreña cuyos orígenes se remontan a inicios del siglo XVI cuando, al parecer, no había dinero para procesionar la imagen y cada vecino aportaba una mínima cantidad de dinero para ello, según explica la Hermana Mayor de la Hermandad Nuestra Señora de la Fuensanta de Pizarra, María Vázquez, quien asegura en una conversación con SUR que esta siempre ha sido una tradición «muy arraigada en el pueblo, ya que la gente se desvive por llevarla y el que lo prueba, repite».

La Rifa, declarada Fiesta de Interés Turístico en Andalucía, consiste en la venta de unas papeletas–algunos años, se llegan a vender hasta 5000–a los vecinos y visitantes del pueblo para poder convertirse en portador del trono, aunque sea durante unos segundos. Durante la 'bajá' del día previo, son vecinos que tienen alguna promesa los que se apuntan en lista para ser uno de los ocho portadores de la Virgen de la Fuensanta. En una lista que acarrea décadas de espera hasta llegar a dar un hueco de los ocho portadores que llevan a la patrona cada año. «Este año han bajado a la Virgen aquellos que se apuntaron en 2007, la lista de espera ya va por 17 años».

Vecinos de Pizarra portando el trono el año paado SUR

El día grande de la patrona de Pizarra comienza con la Solemne Función Religiosa y la Ofrenda de Nardos a la Virgen, un momento que acoge la visita de vecinos que, durante horas, depositan sus nardos para después colocarlos en el trono que recorrerá las calles del pueblo a las 22.00 horas.

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A diferencia de la bajada o la subida a su ermita, la procesión del día más importante de la Virgen está marcada por la rifa de sus puestos. «Una vez que los portadores sacan el trono, comienza el recorrido por la parte alta del pueblo, que cada año alternamos con la parte baja, aunque esta es más bonita porque es uno de los barrios más antiguos con calles muy estrechas que vecinos llevan un mes preparando, haciendo arcos de flores y pintando», detalla la Hermana Mayor.

Portadores por segundo

El recorrido dura unas dos horas y lo que llama la atención es que los portadores del trono van cambiando, sin que el trono pare, durante toda la procesión. El mecanismo es el siguiente: Una persona compra una papeleta por 50 céntimos a una de las cuatro mujeres que las van vendiendo delante y detrás del trono. Una vez tiene el papel en mano se acerca a uno de los varales, mete el hombro y dice «¡alto!». Así, el que está en su lugar sabe que toca salir del trono para que entre el nuevo vecino, al que el mayordomo retira el tícket y guarda en su delantal y así continuamente. «A lo mejor el momento de llevar el trono dura un segundo porque los portadores van cambiando continuamente y la Virgen nunca para, pero mientras más boletos tengas, más tiempo la llevas», explica Vázquez.

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A ritmo despacio, son más de 5.000 los vecinos que portan a la patrona de Pizarra, aunque sea durante un segundo, por sus calles. «Casi todo el mundo quiere llevarla por la zona donde se ha criado o donde vive, es muy bonito ver cómo hay muchos padres con sus hijos que ya están más mayores y quieren enseñarles a dar el '¡alto!', es algo tan nuestro…», considera la Hermana Mayor, quien también destaca que hay mucha gente que continúa participando en la rifa, a pesar de que no lleven el trono, con lo que anualmente consiguen recaudar hasta 2500 euros.

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