Jugadores de dardos durante la celebración del tercer torneo del Club de Dardos de Pizarra. Alejandro Arroyo

Pizarra, el pueblo convertido en sede de dardos

El tercer torneo del Club de Dardos del municipio ha reunido a jugadores de toda España y en septiembre tendrán, al fin, su propia sede

Domingo, 11 de agosto 2024, 00:00

Ángulo recto con el brazo, puntería enfocada a la altura de los ojos y el dardo mantenido en posición horizontal respecto al suelo. Los que ... se dedican profesionalmente a los dardos saben qué estrategias seguir para convertirse en vencedores de cualquier partida. La experiencia hace mucho. La ambición también. Fue hace cinco años cuando Salvador Rodríguez solía reunirse en la Sala Álex de su pueblo para jugar a este deporte con otros vecinos que compartían la misma afición. El gusto compartido llevó al pizarreño a tener una idea que hoy cobra más sentido que nunca: hacer de Pizarra una sede oficial de jugadores de dardos. Para ello, empezó por los cimientos. Formó un equipo con unos pocos amigos y conocidos, un club que ahora cuenta con 40 miembros y «sigue creciendo», asegura el fundador en una conversación con SUR.

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Cada vez eran más, formaron el equipo en el pueblo y luego pensaron en formar una asociación para así conseguir tener un local propio donde jugar asiduamente y contar con la participación de los más pequeños. A día de hoy, la asociación se conoce como Club de Dardos de Pizarra y no solo se ha convertido en un referente en este deporte a nivel provincial, también lo ha hecho a nivel nacional. El hecho de poner el foco en los deportes minoritarios ha hecho viable que la entidad haya podido celebrar tres torneos de dardos, con participantes de toda España y premios en becas para sus jugadores, que compiten en distintas categorías.

Más de un centenar

Hace dos años tuvo lugar el primer torneo con los amigos darderos del municipio en el que participaron una treintena de jugadores, sin embargo, el éxito de la competición es evidente, ya que el viernes y sábado pasado fueron 150 los participantes que se reunieron en el torneo. «Nuestra sede son los bares, donde jugamos casi todos los días, pero este año por fin vamos a tener nuestra propia sede a partir de septiembre, es un gran logro para nosotros y una forma de que podamos tener una buena cantera con los más pequeños», adelanta Rodríguez.

Este año, el torneo ha tenido lugar en el salón de actos del Restaurante Entrevalles, a unos 100 metros de la Piscina Municipal, donde se celebró el año anterior y que, este año, ha vuelto a estar disponible para los participantes. «Hemos tenido un salón diáfano con pilares y 10 dianas, con participantes de Almería, Ciudad Real y otras ciudades, al final lo que estamos haciendo es crear un núcleo de este deporte porque en Málaga siempre ha habido gente suelta que se dedique a esto, pero no un núcleo real como hay en países como Alemania o Inglaterra, donde hay gente que vive de los dardos», señala el fundador, quien resalta que una de las cosas más destacadas de esta edición es que han conseguido tener un equipo formado por mujeres, un objetivo que el club tenía bien marcado desde que empezaron. «En realidad, no es necesario hacer una categoría aparte con ellas, pero es una forma de fomentarla, hace un año soñábamos con ello».

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Jugadores durante la celebración de la tercera edición del torneo del Club de Dardos de Pizarra en la primera imagen; Riky Pérez en la segunda, y una de las dianas del torneo en la tercera. Alejandro Arroyo

En esta ocasión, ha contado con seis categorías distintas y un lote a repartir de 5.550 euros en becas para los ganadores en las diferentes categorías. Entre los jugadores ha habido un gran abanico de participantes de todas las categorías y niveles, entre los que ha estado presente Jaime Núñez, Jesús Salate, Antonio Niño, David Ruiz y Justicia, entre otros.

Junto a él, diferentes perfiles han competido en el torneo, entre los que ha destacado uno en concreto: Riky Pérez, campeón del mundo, que el año pasado se quedó con las ganas de viajar hasta Pizarra para competir y este año no se lo ha perdido. Es de Pilar de Horadada, un municipio de Alicante, pero el viaje hasta el pueblo malagueño ha sido un torneo más para la colección de competiciones que lleva a las espaldas. Es militar y se dedica profesionalmente a los dardos, siendo campeón del mundo en la máxima categoría y máximo nivel, en los que lleva compitiendo nueve años, pero en total, lleva casi 19 jugando.

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«Empecé a jugar con mis amigos cuando íbamos a tomar café, ellos se iban al futbolín y yo a los dardos, el dueño del local en el que jugábamos se dedicaba a este deporte semiprofesionalmente y me fichó para jugar en un equipo porque veía que se me daba bastante bien», recuerda Pérez, que ya no juga por gusto ni por ocio con sus amigos ni con aquellos primeros equipos. Su entrenamiento es constante, aunque él se lo toma como un modo de vida. «Intento jugar todos los días, cuando estamos a este nivel jugamos todas las ligas que podamos, de lunes a jueves jugamos todos los partidos de liga que haya que duran entre una hora u hora y media, luego intentamos entrenar en casa o en el trabajo», reconoce el jugador conocido en España y a nivel mundial que además, aprovechó el torneo para presentar sus propios dardos, diseñados por él mismo por primera vez, que además, ya están a la venta.

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