Los padres de Lucía Vivar inician una recogida de firmas para reabrir su caso

La Audiencia Provincial de Málaga archivó el caso en junio de 2018, dos meses después de que el fiscal lo pidiera por considerar «agotada» la investigación tras las numerosas diligencias realizadas para esclarecer los hechos. Pero la familia no se detuvo, a diferencia de lo que les prometieron que harían los trenes aquella fatídica noche, como apuntaron las 80 firmas de testigos que aportaron al juzgado.

Un mes antes, las calles de Málaga se habían llenado de miles de personas que, ataviadas con camisetas blancas y pancartas con el logotipo de la mano de la pequeña, gritaban «¡No se fue sola!». Y es que esta ha sido siempre una de las grandes incógnitas del suceso: ¿pudo una niña de escasos 3 años andar sola 4 kilómetros por las vías en la oscuridad de la noche? No se encontraron pruebas que confirmaran lo contrario, pero tampoco que lo refutaran. Sus padres siempre han asegurado que la pequeña era incapaz de hacer ese recorrido sin ayuda. Las últimas imágenes de las cámaras de la estación solo mostraban a Lucía, pero los tiempos que se manejaron, con su padre, Antonio, y su tío corriendo por la zona a los pocos minutos, dan fuerza a la creencia de los progenitores.

Además, la otra incógnita, que los Vivar han tratado de que fuera respondida, es por qué los trenes funcionaron por la mañana cuando estaba en activo el aviso de la pérdida de una niña en las inmediaciones de la estación. Es más, según apuntan sus padres, se les aseguró aquella noche que ningún ferrocarril iniciaría la marcha mientras estuviera activa la búsqueda, cosa que no ocurrió así. Siendo el primer convoy de la mañana, que iba dirección Álora, el que dio el golpe mortal a Lucía, según la autopsia forense.

Todas estas pesquisas, que carecen un año y medio después de respuesta, son las que han llevado a los padres de la niña a abrir una petición en change.org para que la Audiencia Provincial de Málaga reabra el caso. En solo cuatro días ya han superado 2.800 firmas. Según explican en el texto, el informe por parte del profesor Luis Frontela, a quien los padres contrataron para tener una segunda opinión, explica que hay «numerosísimas inverosimilitudes» y que el suceso «se trata de un crimen». Los forenses oficiales establecieron la hora de la muerte entre las 05.00h y 07.00h, mientras que el profesor estima que fue «mucho antes». Según esta hipótesis, alguien se llevó a la niña y, tras acabar con su vida, la dejó en las vías del tren para que este pasara por encima y su fallecimiento pareciera un accidente.

La recogida de firmas busca así llamar de nuevo la atención sobre la Audiencia Provincial de Málaga, para que un equipo de profesionales de la UCO se haga cargo de la investigación. De esta forma, Almudena y Antonio Vivar pretenden que la muerte de la pequeña Lucía no quede en el olvido y que, al menos, se dé respuesta a los interrogantes que todavía existen.