La Niña de Antequera: Referente entre el flamenco y la copla

Su muerte vino en el momento más álgido de su carrera artística entre el flamenco y la copla, siendo muy sentida. Ahora, el Ayuntamiento de Antequera prepara dos actos como homenajes. Por un lado, un concierto tributo este viernes 5 de agosto a las 22,30 horas en Santa María y una exposición con artículos de su carrera, desde el 12 de agosto, en la Sala de Muestras Antonio Montiel del Consistorio. Ambas actividades han sido promovidas por el compositor Pedro Gordillo, que dirigirá una orquesta donde la voz de Alexis Molero recorrerá las canciones más recordadas de la artista.

Nació en Málaga

María Barruz Martínez, conocida como La Niña de Antequera, en vida siempre presumió de nacer en la tierra del Torcal y lo dejó por escrito y cantado en sus letras, pero en el centenario de su nacimiento se desvela que nació en Málaga y un año después de lo que se venía considerando.

Buscando sus datos biográficos por el centenario de su nacimiento se cotejó que nació realmente el 1 de marzo de 1921 a las 3 de la madrugada en el número 23 de la calle del Ermitaño de Málaga, según consta en el Registro Civil de Málaga, y no en Antequera y en 1920 como se creía.

Se inscribió como hija de Gloria Barruz Martínez, de 32 años, natural de Cambil (Jaén), «soltera domiciliada en el del nacimiento». Tomó los dos apellidos de su madre y no se recogen los datos del padre inicialmente. Luego se casó con Antonio Plantón Casado y tuvo un hijo, Antonio Plantón Barruz.

Compartió cartel con Manuel Vallejo, Pepe Marchena, El Niño de la Huerta, La Niña de la Puebla, Luquitas de Marchena, Canalejas de Puerto Real, Manuel Centeno, El Sevillano, Rafael Farina, Porrina de Badajoz, Antonio Molina y Juanito Valderrama, su padrino artístico. Llegó incluso a coincidir con un joven y desconocido aún Camarón de la Isla.

Según el flamencólogo José Hidalgo Vegas, recuerda verla como «una artista de la canción española que destacó por la copla, cantes por milongas, fandangos muy personales sobre todo» y su relevancia se basa en que «actuó por todas partes con artistas que compartió cartel, hacía los cantes muy bien hechos: dominaba muy bien el compás, la puesta en escena, entre otros dones».

Cantante que fue referente del mundo de la copla y del flamenco, siempre buscaba tiempo para trasladarse y actuar en Antequera con dos citas fijas: Semana Santa, para cantarle saetas al Señor del Rescate, y en el Teatro Torcal o a la Plaza de Toros.

Su nieto mayor, Antonio Manuel Plantón Durán, recuerda que fue «una gran artista que tuvo una gran pasión por Antequera, ¡eso se lo puedo garantizar! Uno de los recuerdos que tengo de mi niñez es que yo a ella me refería como 'abuela Antequera', no como abuela María. Independientemente de que naciera en Málaga, ella tuvo el orgullo de poder pasear el nombre de Antequera por España». Ahora, sus canciones volverán a escucharse en la tierra cuyo nombre tomó como artista.