El matrimonio que puso en valor la Cueva del Toro en Antequera

Dimas Martín y María Dolores Camalich pertenecen a la Universidad de La Laguna (Canarias) y desde 1975 investigan restos arqueológicos de civilizaciones prehistóricas. Se conocieron recién formados en la facultad, se casaron y comparten trabajo y vida desde entonces. Antequera es uno de sus primeros destinos; hoy siguen con su labor desde Canarias.

Ante la selección de piezas para el inminente Museo de los Dólmenes, han dirigido el traslado de más de 20.000 piezas que se encontraron durante las excavaciones entre 1977 y 1988. Esta cueva es natural y está dentro de los misterios del paraje natural.

Aunque se conocía desde 1972 por rutas de espeleología, fue a raíz de sus investigaciones cuando se puso en valor como yacimiento prehistórico. En ella habitaron las comunidades que iban avanzando hasta llegar a la cultura megalítica. En su interior descubrieron materiales de gran importancia «como cerámicas, restos de huesos, instrumentos de piedra, tallada o incluso pulimentada como hachas. Elementos de adornos como brazaletes, colgantes, semillas y fauna que nos permitía saber qué prácticas agrícolas y ganaderas hacían y consumían con ese tipo de vegetales y animales».

«Es evidente que la población del Neolítico reciente en la Cueva del Toro corresponde a un cambio radical, sobre todo por nivel tecnológico, económico... Y eso trae la necesidad de nuevas tierras, la necesidad de expansión», como así fue.

Tras más de cuarenta años, estando en la fase final de la selección de la colección permanente del museo, destacan la «capacidad de gestión que ha tenido el director del conjunto, Bartolomé Ruiz, en lo que es la convicción de que un bien que se proponía para una declaración de Patrimonio Mundial tenía que tener un punto de base fundamental y muy sólido que era la investigación».

Para ello se busca un museo dinámico que sirva como plataforma de investigación para ampliar el conocimiento y «no tienen valor si no se transfieren a la sociedad». De ahí la relevancia que tendrá para el uso de la comunidad universitaria como ya se está realizando en los espacios habilitados.