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Eran pocos alumnos los que habían conseguido llegar al colegio de la Milagrosa de Campillos. En principio, las instalaciones no presentaban daños reseñables tras las fuertes lluvias que han causado incidentes en el resto del municipio aunque, según ha relatado a SUR la directora de la fundación que gestiona el centro, Yaiza Benítez, una vez han abierto los portones de acceso, el agua acumulada ha entrado por los pasillos “a raudales”. En algunos puntos, el nivel ha alcanzado un metro de altura, por lo que desde la dirección han decidido llamar a los padres de los menores que estaban en el interior para que se los llevaran a casa. En un día normal, las aulas acogen a 350 alumnos, este miércoles lluviosos no había más de 100, según ha señalado Rosa González, secretaria del centro, escoba en mano.
Más de 50 personas se han remangado para tratar de devolver el centro a la normalidad. Muchos padres y miembros de la comunidad educativa, así como alumnos y el equipo directivo y de mantenimiento han participado en las primera labores de limpieza. Un equipo del Cuerpo de Bomberos y efectivos de Protección Civil se han desplazado hasta el colegio para coordinar las actuaciones.
Sin embargo, según explica Benítez, el cierre durará varios días a pesar de los esfuerzos. “El agua ha roto ordenadores, material escolar y mobiliario”, ha señalado Benítez. Todavía no puede hacer balance de los daños, ya que ni siquiera sabe si la red eléctrica se ha visto afectada. Aun así, ha señalado que “todo el mundo se ha volcado en ayudar, y eso es lo que importa”.
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