La lluvia respeta el encuentro de Nuestro Padre Jesús Nazareno del Paso con María Santísima de los Dolores en Alhaurín de la Torre

Sí hubo estación de penitencia el Jueves Santo en Alhaurín de la Torre. La querida Cofradía de Los Moraos, oficialmente conocida como la Real Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno del Paso y María Santísima de los Dolores pudo salir a las calles de un pueblo que, igual que se ha contentado con la lluvia que ha descargado estos días, esperaba con devoción la presencia de las dos imágenes titulares de esta institución, uno de los pilares de la Pasión alhaurina. Exactamente, a las 00.00 horas, la Madre y el Hijo se encontraron frente a frente en la Plaza de San Sebastián, lista para el acontecimiento, a pesar de las importantes obras de las que ha sido objeto, con un gentío de testigo.

El día grande de Los Moraos, que tiene su momento culminante en la noche, fue esplendoroso y cumplió con una tradición que se remonta siglos. Para que todo siga igual, a veces se introducen novedades, como las de este año, puesto que, de manera novedosa, en el encuentro, Nuestro Padre Jesús se situó de espaldas al Mirador de Bellavista, por lo que el manto de la Virgen podía ser contemplado desde la Avenida de España, una disposición de los tronos diferente a las de las últimas décadas.