José Borrell, pasión por la naturaleza de la Serranía de Ronda y el Valle del Genal

«Es un gran apasionado de la montaña y la naturaleza y le encanta el paraje de la Serranía de Ronda. Cada vez que viene con tiempo le gusta que organicemos alguna excursión. Hemos estado en el parque de los Alcornocales, en la Sierra de las Nieves, en el Valle del Genal,... y hemos recorrido muchos de los municipios de la comarca», recuerda Benítez. «Es un gran andarín y le gusta mucho la naturaleza. Se quedó prendado de los parajes y los paisajes; a pesar de que conoce medio mundo se sintió atraído por esta sierra», rememora Terroba, quien también actuó como guía de Borrell en una visita a la Sierra de las Nieves. «Lo que más le impactó de esa excursión fueron las formaciones geológicas y los pinsapos», subraya.

Ambos destacan el interés mostrado por el hoy ministro de Asuntos Exteriores por conocer los detalles de la flora y de la fauna de la zona. «En las caminatas hablábamos bastante de cuestiones como el cambio climático y su afección a parajes únicos como el pinsapar y en una de las veces, en plena polémica por el debate de la instalación de presas en el Valle del Genal, analizamos los efectos perniciosos para la zona. Es una persona muy sensible con el tema medioambiental», remarca Juan Terroba.

Este ecologista recuerda que en una ocasión José Borrell y su pareja, la exministra Cristina Narbona –que en algunas ocasiones le acompañaba recorriendo los parajes–, almorzaron con su familia «unas patatas fritas de mi huerto con huevos de mis gallinas y les gustaron mucho». «Es una persona muy sencilla, campechana, amable y humilde. En las caminatas, a pesar de que en ocasiones íbamos por trayectos duros, no se quejaba en ningún momento», apostilla.

«Pepe no se cansa nunca de patear por la sierra; aunque ahora tiene menos tiempo para disfrutar de su pasión, que es la montaña», añade Juan Benítez, quien recuerda que el político socialista es oriundo de una zona montañosa como la Pobla de Segur, en el Pirineo catalán.

Benítez sigue manteniendo un contacto permanente con Borrell, con el que hablaba semanalmente hasta que fue nombrado ministro: «Ahora nos intercambiamos wasaps casi a diario pero hablamos menos porque me dice que con las nuevas responsabilidades no puede ni respirar».

El origen de esta amistad mantenida en el tiempo y que ha llevado al hoy ministro de Exteriores a ser un asiduo de Ronda y su Serranía hay que encontrarla en los años finales del siglo XX. Fue en 1997, siendo Juan Benítez secretario general del PSOE rondeño cuando invitó a Borrell, que hacía unos meses había abandonado el Gobierno tras el triunfo del PP, a la Ciudad del Tajo a participar en el tradicional acto de reparto de carnés del partido.

Apenas un año después, durante las primarias socialistas para elegir candidato a la Presidencia del Gobierno, de los pocos apoyos orgánicos que recibió Borrell en Andalucía –cuyo aparato apoyó a Joaquín Almunia– lo encontró en Ronda, donde Benítez era el líder local del partido y teniente de alcalde y se dio la paradoja de que el regidor de la ciudad era Juan Fraile, a las sazón entonces secretario general del PSOE en Málaga, y apoyó a Almunia.

Aquellas primarias asentaron la amistad entre Juan Benítez y José Borrell. «El día que le llamó Pedro Sánchez para ser ministro estaba recorriendo las montañas de la Toscana, donde había ido a dar una conferencia. Y es que la naturaleza es su pasión y aquí en Ronda lo sabemos bien», concluye Benítez.