Joaquín García: «Me alegra que los jóvenes participen en la vida de aquí»

Este vecino de 57 años es del pueblo «de toda la vida», y también sus generaciones anteriores, lo que le arraigó aún más a quedarse, formar una familia y participar y organizar todos los eventos culturales y musicales de la zona. Ahora, en época Covid, echa mucho de menos reunirse como antaño en la peña, aunque tiene la esperanza de que pronto, esos 80 socios y los jóvenes del pueblo, volverán a sus bailes y cantes. También a su coro navideño, que el mismo García dirige con mucha ilusión y entusiasmo, reuniendo a los niños y mayores del pueblo para amenizar las fiestas tan multitudinarias que antes organizaban.

Para matar el tiempo, están grabando algunos vídeos con la juventud del pueblo que suben a Youtube, a través de una pequeña televisión local que acaban de impulsar: «Me alegra que los jóvenes participen en la vida de aquí, porque tienen derecho a crecer y recrearse en su pueblo», explica García con optimismo.

En cuento a la belleza que decora El Burgo, este vecino destacaría la Iglesia de San Agustín, situada en la plaza de la Villa, como se la conoce en el pueblo. y que «hace siglos era una mezquita» con un campanario cuadrangular. En primavera, el paseo por la acequia del molino es un acierto para el visitante o el recorrido para maravillarse con las espectaculares vistas desde el mirador del Guarda Forestal, en la cuenca del río Turón, un plan de obligado cumplimiento.