Los jóvenes del Valle del Guadalhorce buscan orientación sobre su futuro profesional. Alba Tenza

«Tendré que irme del pueblo si quiero tener el trabajo de mis sueños»

Los jóvenes del Valle del Guadalhorce se enfrentan a la falta de ofertas formativas y la subida de precios para vivir en Málaga capital

Viernes, 5 de abril 2024, 00:16

Ropa cómoda para llevar mejor la mañana. Eso es lo que la mayoría ha pensado antes de venir al abrir el armario. Hoy no tienen Educación Física, ni Matemáticas o Inglés, pero mantener un cara a cara con el futuro no es un plato de ... buen gusto. Sobre todo, para aquellos que viven en pueblos donde no viven más de 3.000 personas. «Yo tengo claro que tendré que irme del pueblo si quiero tener el trabajo de mis sueños», pronuncia Carla Escobar, una joven de 16 años de Teba. Lo tiene claro. Y no solo porque ella misma lo diga, el tono en que lo dice evidencia que esta reflexión convive con ella desde hace tiempo. Al igual que ella, alrededor de 2.000 estudiantes más se dieron cita ayer y este viernes en el polideportivo municipal de Alhaurín el Grande con un solo fin: conocer ofertas formativas para su futuro profesional.

Publicidad

«Hemos venido a hacer un estudio de mercado para ver qué a qué podemos optar después del ciclo, soy de Cártama de toda la vida y lo que sé es que mi pueblo está muy abierto a oportunidades laborales, cada vez más, podemos comernos el mundo si queremos», aclara con orgullo Alejandro Jiménez, a sus 17 años de edad. Está estudiando el Grado Medio en Actividades Comerciales y viene de familia humilde, como él mismo dice. «Mi familia siempre ha trabajado en el campo, la herrería y la albañilería, yo tengo una espinita clavada porque mi tío es carpintero y pienso que se me daría muy bien este oficio, no descarto montar un negocio de esto en un futuro», asevera el cartameño, estudiante del IES Valle del Azahar.

El Consistorio municipal alhaurino creó 'El Salón del Estudiante', que celebra su tercera edición, para presentar a los jóvenes–este año a través de un total de 52 expositores–universidades públicas y privadas, centros de formación profesional y las propias instituciones públicas como la Junta de Andalucía o el Ayuntamiento del municipio para ofrecer información detallada sobre el amplio abanico de ofertas que los jóvenes del Valle del Guadalhorce pueden encontrar a la hora de elegir el próximo camino a tomar después de Secundaria, Bachillerato o el FP que estén realizando.

Los estudiantes de la comarca buscan orientación laboral para elegir su camino profesional. Alba Tenza

Al pasear por el polideportivo, las dudas de los jóvenes son evidentes. El tamaño del pueblo influye notablemente en las sensaciones que los jóvenes tienen sobre formar su futuro en su lugar de nacimiento o decantarse por irse a Málaga capital, así como otros destinos. «En nuestro pueblo no hay nada, solo Infantil, Primaria, Secundaria y poco más, hasta para hacer Bachillerato tenemos que irnos a otro pueblo», asegura la joven tebeña de 16 años, Lucía Sánchez, quien quiere estudiar Criminología en la Universidad de Málaga. De la misma localidad y edad, Víctor Prados tiene claro que la Medicina es lo suyo, por lo que se también se mudará a Málaga para estudiar la carrera. «En mi caso, tengo familia allí, por lo que no me tengo que enfrentar al problema de la subida de precios de la vivienda, si no fuera así, no sé cómo lo haría», añade el estudiante de cuarto curso de Secundaria.

Publicidad

Mudarse «a lo grande»

La opción de mudarse a Málaga u otra ciudad es una de las cartas reinas en la baraja de opciones de los jóvenes del Guadalhorce. Óscar Robledo tiene 17 años, estudia en el IES Capellanía de Alhaurín de la Torre y sueña con dedicarse al mundo artístico. «Quiero hacer algo relacionado con la moda y la estética, mi pueblo es grande y creo que por eso podría llegar a encontrar una oportunidad laboral, pero al ser un pueblo, me encuentro con inconvenientes como la incomprensión por parte de la sociedad, con la mente más cerrada que en la capital, por eso prefiero mudarme a Sevilla, Málaga o Madrid», comenta el joven. Junto a él, su amiga Ana Río, de la misma edad, asegura que, a pesar de que Alhaurín está muy bien conectada con Málaga capital, se plantea seguir el negocio de electricidad de su familia porque «lo bueno de trabajar en un pueblo es que el boca a boca funciona muy bien», asegura.

Mientras algunos jóvenes como Jiménez tienen claro que les gustaría trabajar en su pueblo, son muchos otros los que prefieren irse fuera. Así es el caso de Meghna Wadhwani o Sergio Rangel, quienes aseguran que su futuro está en otro país. Ambos sueñan con formar su futuro profesional «a lo grande», concretamente en Estados Unidos. «Aquí nadie se independiza hasta los 30», indica el joven de Alhaurín de la Torre, a lo que su compañera añade que su familia ya ha tomado la decisión de mudarse al otro lado del charco ante la imposibilidad de vivir en Málaga por los precios del alquiler.

Publicidad

La familia de Claudia Villegas se dedica al campo, pero ella tiene claro que no quiere seguir el mismo camino. «Cada vez son más las empresas nuevas que surgen mientras avanza la tecnología y yo quiero aprovechar esas nuevas ramas que se van abriendo», apunta la joven de Alhaurín de la Torre. Al igual que ella, Estrella Muñoz, quien sueña con ser maestra de Lengua, tiene claro qué camino seguir para poder ejercer en un Instituto de Secundaria. «Mi madre siempre me ha enseñado que yo tengo que estudiar y buscar mi camino, cuando me vaya a la Universidad, pienso hacerlo a lo grande», asegura la cartameña, quien confiesa que ya ha abierto una cuenta de ahorros tras ser consciente de las dificultades de los jóvenes para adquirir una vivienda en pleno siglo XXI.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad