De Inglaterra a Casarabonela en bicicleta: 2.500 kilómetros para llegar al segundo hogar

La idea de este viaje se fraguó hace un año en Liverpool, «después de unas cervezas en el pub». Parr y Magill decidieron celebrar el 60 cumpleaños del primero con una experiencia diferente. «Ambos tenemos casa en Casarabonela, y decidimos organizar una ruta que nos llevara pedaleando hasta allí. En ese momento, con un apretón de manos, decidimos preparar este viaje», recuerda Parr, ya jubilado, pero ligado al ciclismo en su vida profesional organizando tours para competiciones.

Así, el pasado mes de marzo comenzaron su aventura ciclista hasta Málaga. Ambos residen en Liverpool, pero su viaje en bicicleta comenzó en el sur de Inglaterra, en Dawlish Warren. Desde allí se desplazaron a Plymouth para embarcarse en un ferry que los llevaría a la ciudad francesa de Roscoff. «Cada día hacíamos entre 50 y 150 kilómetros, dependía mucho de la orografía de cada tramo», explica Parr, que describe el viaje como una experiencia «única en la vida».

Una vez en Roscoff, sus bicicletas exploraron Nantes, La Rochela, Royan, Arcachón, Biarritz y Hendaya. Ya en territorio español, los dos amigos británicos hicieron parada en diferentes puntos. Comenzaron en Irún, Bilbao, Burgos, León, Zamora y Salamanca. «Nos hospedábamos en campings y pensiones. Hemos disfrutado mucho a lo largo de todo el camino, tanto de la compañía como de las personas que nos hemos ido encontrando», detallan.

Para ambos, una de las singularidades de la ruta fue la gran diferencia de temperatura entre ambos países. «Hemos pasado de estar a 9 grados en Francia a 39 grados en el sur de España, fue un cambio muy fuerte», recuerdan los ciclistas, para los que la exigencia física de esta ruta ha merecido la pena. «Hemos tenido momentos duros, y algunos problemas mecánicos, pero todo se pudo solucionar bien y finalmente conseguimos llegar a nuestro destino».

Tras abandonar Salamanca, los ciclistas continuaron su ruta con paradas en Plasencia, Cáceres, Mérida, Constantina y Écija, para finalmente llegar a Casarabonela el pasado viernes 28 de abril, donde fueron recibidos por el alcalde, Antonio Campos. «Nos hicimos una foto con la bandera del pueblo, fue un momento bonito», recuerdan.

Tras muchos años en Casarabonela, Parr es 'Ian El Pequeño' e Magill es 'Ian El Grande', un mote que hace referencia a su físico pero no a su edad: Magill tiene cinco años menos que Parr. «Me enamoré de Casarabonela hace más de 20 años durante un viaje por Andalucía, y muchos de mis amigos me han visitado y algunos también se han comprado casas aquí. Todos somos ciclistas entusiastas y Casarabonela está maravillosamente situada para disfrutar de muchas rutas diferentes», cuenta Parr, que asegura que este pueblo malagueño es un lugar «muy especial». «Me encanta su gente y me encanta pasar temporadas aquí, se disfruta mucho de la naturaleza con rutas de senderismo y ciclismo».

Aunque el Brexit «ha complicado todo», los dos Ian siguen repartiendo su vida entre Liverpool y Casarabonela por temporadas. «La próxima semana volveremos en avión a Inglaterra, pero no tardaremos en regresar a la que es nuestra segunda casa», aseguran.