Fuente de Piedra lleva tres años sufriendo una sequía devastadora. La falta de agua en el municipio no está relacionada con la falta de lluvia en verano: los pozos no ofrecen caudal suficiente y el consumo diario depende de camiones cisterna que recorren el pueblo rellenando garrafas, botellas y aljibes. El equipo de Gobierno, conformado tras las pasada elecciones con Siro Pachón a la cabeza (PSOE), lleva seis meses trabajando de la mano de la Junta de Andalucía y la Diputación Provincial para poner fin a este problema de una vez por todas. Tras varios meses de trabajo y estudios, este sábado el alcalde presentó un plan de acción con nuevos sondeos que podrían acabar con la sequía en la localidad.
El plan es esperanzador. Está compuesto de la construcción de un nuevo pozo junto a la zona industrial de la localidad. Esta nueva extracción requerirá de una planta de tratamiento del agua y, quizá, de la construcción de un depósito secundario. Si se cumplen los plazos que maneja el alcalde, todas las actuaciones se desarrollarán a lo largo de 2020.
El proceso ha sido largo: durante los meses de septiembre y octubre, los técnicos de la Junta de Andalucía han estado analizando distintas zonas de los términos municipales de Fuente Piedra y Humilladero, mientras que estudiaban un informe realizado hace unos meses por el Instituto Geológico y Minero de España. Tras los estudios, los especialistas de la Junta de Andalucía transmitieron al Ayuntamiento que una zona en la que podría haber una cantidad de agua importante en nuestro término municipal era el Polígono Industrial y sus alrededores.
En cuanto el Consistorio recibió esta información, se encargó un sondeo que detectó un caudal de diez litros por segundo, lo que permite extraer más de un millón de litros al día. «Por lo tanto, con un pozo de mayor profundidad se puede extraer algunos litros más por segundo y algunos miles de litros más diarios. Siempre sabiendo que el agua en esta zona es agua no potable, contiene nitratos y necesita tratamiento (circunstancia que afecta a la casi totalidad del término municipal)», explicó el alcalde.
Con las prospecciones sobre la mesa, lo primero que van a ejecutar va a ser «una nueva cata en una parcela de propiedad municipal situada en el Polígono Industrial». «Si esta es satisfactoria, a continuación vamos a realizar un nuevo pozo en esta zona y sus correspondientes conducciones».
El proyecto para la construcción de este pozo ya está en manos del Ayuntamiento y en breve se va a poner a disposición de la Junta de Andalucía. «La administración autonómica se ha comprometido a contratar, ejecutar y pagar este nuevo pozo en el que se va a invertir unos 39.000 euros», indicó el regidor. La junta de Andalucía, según Pachón, ya esta «trabajando y creando el expediente» para la adjudicación de las obras y la previsión del consistorio es poder tramitar a lo largo de este mes el permiso correspondiente con Minas para agilizar el proceso «al máximo».
Como el agua de esta zona contiene nitratos, es necesaria la construcción de una planta de tratamiento que potabilice el agua y la haga llegar a las casas apta para el consumo humano. «La construcción de esta planta conlleva una inversión de 490.000 euros», indicó Pachón. El regidor anunció que la Diputación se hará cargo de forma íntegra de construir este equipamiento, clave para que estas acciones reviertan en el suministro del municipio. «Estamos estudiando también si va a a ser o no necesaria la construcción de un nuevo depósito de agua, que se situaría en la misma parcela que el nuevo pozo y la planta de tratamiento». En caso de ser necesario, esa financiación se incluiría en la subvención que el Ayuntamiento ha pactado con Diputación, ya que, según indicó Pachón, la ayuda total podría ascender a los 700.000 euros.
«Mientras se llevan a cabo todas las instalaciones, el Ayuntamiento solicitará y tramitará la Autorización Ambiental Integrada que nos permita llevar el agua a las casas de forma legalizada», concluyó el alcalde.
El trasvase desde Iznájar, la solución definitiva para una comarca que se queda sin agua
El trasvase desde el pantano de Iznájar (Córdoba) a los pueblos de la comarca de Antequera es la solución definitiva a la creciente y preocupante falta de agua potable en la zona. Así se definió cuando se planteó esta medida, que lleva años estancada en la burocracia a la espera de que las administraciones se pongan en marcha.
A finales del pasado mes de octubre, los representantes de los municipios afectados recibieron el apoyo de la Diputación provincial, que se ha ofrecido para ayude en los trabajos aportando financiación y recursos técnicos.
Unos meses antes, en agosto, La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo se reunió con los alcaldes para abordar la situación. En ese momento, la consejera explicó que había mantenido distintas reuniones con el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, tanto en Sevilla como en Madrid. Crespo solicitó un calendario de actuaciones y dijo confiar en que la «buena voluntad» del Ministerio de Transición Ecológica se traduzca en «respuestas». El horizonte de 2027 que marca el Plan Hidrológico Nacional «es demasiado largo», según Crespo, y «hay que dar respuestas mucho antes a las necesidades hídricas de Andalucía, especialmente de la zona seca que no dispone de agua y debe ser una prioridad». «La Junta va a hacer todo lo que esté en su mano para que el trasvase de Iznájar sea una realidad lo antes posible», concluyó.
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