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Fuente de Piedra estrenará en las próximas semanas un depósito de agua potable, infraestructura con la que el municipio no contaba hasta ahora. El enclave permitirá almacenar hasta un millón de litros y se ubica junto a la planta de tratamiento del polígono industrial, inaugurada este mismo año y que permitió devolver el agua potable a los hogares del pueblo tras varios años de camiones cuba.
Según indicaron desde el Ayuntamiento, el depósito ya ha sido instalado y en los próximos días se van a ejecutar las conexiones correspondientes para poder ponerlo en funcionamiento «en el menor tiempo posible».
Además de almacenar agua potable por primera vez, esta infraestructura permitirá contar con suministro para seguir prestando el servicio «durante un día entero sin interrupciones».
Por otra parte, en caso de bajada de niveles y de ser necesarios cortes nocturnos de agua, el Ayuntamiento explicó que el depósito permitirá tener agua almacenada para que de madrugada se restaure el servicio y haya agua de forma inmediata en las viviendas.
El nuevo servicio de abastecimiento de agua en Fuente de Piedra comenzó a funcionar el pasado 3 de enero, después de dos meses de pruebas y análisis del agua por parte de Salud. El pozo, con 100 metros de profundidad y ubicado en el polígono industrial del municipio, cuenta con una capacidad de extracción de unos 12 litros por segundo.
Al funcionamiento óptimo del pozo, puesto en marcha el pasado mes de noviembre, se le suma el de la planta de tratamiento, que también ha sido aprobada por Salud.
Así, esta aprobación puso fin a cuatro años de camiones cuba, que comenzaron a repartir más de 10.000 litros de agua en diferentes partes del municipio cada martes y viernes. Esta situación se produjo por la sequía continuada en los pozos, lo que hizo que las bombas succionaran agua de zonas demasiado profundas, donde se registraron altos niveles de cloruro.
Tras recuperar el agua potable en los hogares con la inauguración de la planta de tratamiento a principios de este año, el consumo elevado causó estragos en el municipio: la falta de lluvia y el «uso intensivo» de las nuevas instalaciones provocó que los niveles de agua del nuevo pozo comenzaran a bajar el pasado mes de febrero. El alcalde, Siro Pachón, anunció diferentes medidas para intentar paliar la situación. Entre ellas se encuentra la subida de la tasa de agua un 25% a los habitantes que superen los 75 metros cúbicos de consumo al trimestre.
Ante la falta de agua potable, el Ayuntamiento ha tenido que recurrir a otro pozo ubicado en la sierra para completar el suministro. En este sentido, el alcalde indicó que la calidad del agua ha disminuido pero sigue siendo apta para el consumo humano, aunque se ha establecido un control diario para comprobar su calidad ya que el Área Sanitaria Norte de Málaga ha indicado que cuenta con altos niveles de cloruros.
Por otra parte, se estudiará la ampliación de la planta de tratamiento y la construcción de nuevos depósitos, así como la búsqueda de nuevas fuentes de agua bruta para que la planta pueda aumentar su capacidad productiva. Todo ello va acompañado de una reivindicación que secundan todos los municipios de la comarca de Antequera, la solución «definitiva» al problema de sequía: el trasvase de agua desde el pantano de Iznájar.
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